martes, 19 de noviembre de 2013

El silencio y la compañia aliados en el consuelo



Job fue un hombre puesto a prueba, a pesar de que ese libro bíblico es una fabula, es interesante leerlo e interpretarlo.

Lo primero que vemos es que Job es vapuleado de una manera extrema, no hay ser humano que aguante tanta aflicción.

Luego todos sus cercanos lo mal aconsejan con palabras huecas y al final escucha la enseñanza de Dios y continua de nuevo con su vida más fructífera que antes.

El consuelo es ponerse a la orden y acompañar al afligido. Las palabras, los consejos y los autores de autoayuda de nada sirven en momentos difíciles.

Yo recuerdo un amigo cuyos padres se divorciaban y su madre se lo iba a llevar para Barcelona [Anzoátegui], se acerco a nosotros [sus panas] y mientras el quedo en silencio sentado en un sofá, nosotros hicimos lo mismo y nos pusimos a la orden por si algo quería. Primero nos pidió agua, pasado un buen rato nos dijo que tenía hambre. En la tarde-noche estaba alegre porque había caído en cuenta que tenía 16 años y a los 18 podía decidir lo que podía hacer.

Y lo hizo, se vino a vivir otra vez cerca de su padre, de sus querencias y todavía somos panas.

Entonces el consuelo es presencia activa.

Para Job hubiese sido mejor el silencio y la presencia de sus amigos, que la cháchara que le montaron…

Hablaremos de Job…mas adelante.


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