viernes, 13 de diciembre de 2013

La responsabilidad familiar y comunitaria para con el afligido



Todos tenemos responsabilidad para con el afligido y si hay lazos consanguíneos mucho más. A veces la gente no entiende que las enfermedades mentales o nerviosas son un desorden químico por falla en el funcionamiento de un órgano tan complejo como el cerebro, tal cual como la diabetes. La diferencia entre una y otra es que la primera puede ser vergonzosa y causar muchas tristezas y angustias en el hogar.

Algunas veces recriminan al enfermo por falta de carácter o debilidad, eso es un error, por eso hay que buscar ayuda profesional de calidad para saber cómo tratar al ser querido en casos tan difíciles. Y no caer en la recriminación o en la manipulación emocional del enfermo que pueden llevar a una escalada trágica como el suicidio.

Con respecto a las personas con cáncer u otras enfermedades terminales, pienso que el acompañamiento y la mirada tierna y las sonrisas que uno le pueda brindar son bastante aliciente, a veces las palabras y las frases pueden sonar repetidas y huecas. Hay que hacerle sentir al afligido algo así como; “estoy contigo” “te queremos y estamos haciendo todo para ayudarte” es decir, que no se sienta solo.

Y en las funerarias es donde se cometen los peores errores y las frases mas estúpidas corren a granel. Que te lo diga que trabaje en la Valles de Maracay.




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