¡NO MATARAS!
No alargues la mano
contra tu Hijo
En varias religiones del mundo, como entre los aztecas y los
mayas, ha habido sacrificios humanos. Nos parece una barbaridad. Y lo es. Pero
debemos entender que ellos lo hacían para ofrecer a Dios lo más valioso que
tenían.
Los israelitas veían a su alrededor que otros pueblos
ofrecían sacrificios humanos. Y así lo hicieron los reyes Ajaz (2R 16,3) y
Manases (2Re 21,6). Los hicieron en el valle de la Gehenna, que quedo como un
lugar maldito. Lo destinaron a basurero de Jerusalén.
Los israelitas entendieron que Dios no quiere sacrificios
humanos. “No alargues la mano contra tu hijo”. “No mataras”. La vida de los
seres humanos es sagrada. El ser humano es imagen de Dios.
¿Hacemos o toleramos
sacrificios humanos?
En nuestro mundo continuamente se están haciendo sacrificios
humanos. Por ejemplo en las guerras civiles. 24 mil muertos Bosnia-Herzegovina.
56 mil muertos en Vietnam. 75 mil muertos en El Salvador. Otros tantos en
Argelia. 150 mil en el Líbano. 200 mil entre Irán e Irak. 300 mil en 6 años de
violencia en Colombia. Medio millón en Angola. Algo menos en Rwanda. 55
millones en la segunda guerra mundial. Y los incontables muertos de nuestros
fines de semana. ¿Unos cinco mil al año? ¿Y todos los muertos por la economía?
Los sacrificios al dios dinero, al dios poder, al dios raza,
al dios religión.
La organización Amnistía Internacional se gano el premio
Nobel de la Paz por su trabajo de muchos años en defensa del derecho a la vida.
¿Qué hacemos para defender la vida?
La Dolorosa y la Piedad
Son dos imágenes clásicas de María. La Virgen Dolorosa
durante la Pasión y al pie de la Cruz. La Piedad, sosteniendo a Jesús muerto.
Que ese dolor de María avive nuestros sentimientos y nuestro
entendimiento para descubrir lo que podemos organizar unidos por un mundo sin
homicidios.
Domingo; Semanario Litúrgico-Catequético
Año XXXIV- Segundo Domingo de Cuaresma/ B-19 de Marzo de
2000.
Jean Pierre Wyssenbach s.j.
Jean Pierre Wyssenbach s.j.
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