sábado, 28 de diciembre de 2013

El Servicio a los demas es Amor y Compromiso...

Mi jefe es un hombre muy brillante pero también tiene una especie de misantropía. Destruye con sus comentarios a todo el mundo inclusive a su familia más cercana.
El tipo es egresado de la Universidad Central de Venezuela, en la carrera; Ingeniero en Construcción Civil, había trabajado en lo que antes se denominaba Instituto Nacional de Obras Sanitarias [INOS] y por lo tanto un experto respetado en el tema de las obras sanitarias. Con los años y la experiencia acumulada monto su propia contratista y además es profesor universitario.
Pero no nos interesa su currículo sino su actitud criticona y resentida. El blanco esa vez de su crítica era su padre: el viejo progenitor fue dirigente de Copei y un sindicalista respetado.
Me contaba el ingeniero cuasi-misántropo que su papa era un tipo muy generoso y a él le parecía que se aprovechaban de esa “debilidad”. Me decía por ejemplo: “ mi mama lo mandaba a comprar pan y otras cosas en la panadería y en vez de comprar en proporción para 5 personas compraba como para 10 y repartía a cuanto vagabundo-borracho encontraba en el camino, a veces compraba cachitos y cuarticos de jugo para sus ahijaditos que vivían a tres cuadras de la casa”. El viejo cambiaba la ruta para llevarle un presentico a sus ahijaditos, sobrinos y abandonados sociales. También con lo que llamaron “tráfico de influencias” logro que muchos se trataran enfermedades en los hospitales públicos, consiguieran trabajo en las empresas textileras y papeleras de Maracay y servicios funerarios para los más necesitados.
Yo le dije que eso es lo que hacen los buenos dirigentes sociales y políticos.
Al anciano padre le gustaba la cara de satisfacción y sorpresa que ponían los obsequiados y beneficiados. Y en diciembre era su mejor época.
Después de recordar esa conversación con el jefe; Pienso que el viejo copeyano era un servidor público consumado. Cumplía varios servicios: responsabilidad, consuelo, abastecimiento, compromiso y amor.
Esa clase de hombres hoy día no se consiguen mucho. Por estos tiempos vivimos encerrados y solo pensamos en los nuestros y en los peores casos en uno mismo; Y estoy seguro que el ingeniero-jefe es de estos últimos.
Una de las pocas cosas que le replicaba [porque era un tipo duro en sus apreciaciones] es que esa actitud de padre de todos se vio recompensada con los años - le decía- hoy Usted es un profesional exitoso y además nunca le falto nada ¿verdad?...y me dijo: jamás falto nada en casa…
Comentario:
[1]El mundo de hoy es tan egoísta que al ver la necesidad de otras personas volteamos a ver el panorama.
[2]Hay que motivarse a regalar algo todos los días, sea material o espiritual. Un chocolate, un chogüi, una sonrisa, una corta visita o ir a visitar a tus ancianos padres y escuchar su conversación sin interrumpir y prestando atención.
[3] Visitar a un pariente o amigo enfermo, ofrecer ayuda, ponerse a la orden.
[4] Educar al que no sabe sin pensar que gastas pólvora cazando un zamuro.
[5] etc.…
Eso es servicio, amor y compromiso…

viernes, 13 de diciembre de 2013

La responsabilidad familiar y comunitaria para con el afligido



Todos tenemos responsabilidad para con el afligido y si hay lazos consanguíneos mucho más. A veces la gente no entiende que las enfermedades mentales o nerviosas son un desorden químico por falla en el funcionamiento de un órgano tan complejo como el cerebro, tal cual como la diabetes. La diferencia entre una y otra es que la primera puede ser vergonzosa y causar muchas tristezas y angustias en el hogar.

Algunas veces recriminan al enfermo por falta de carácter o debilidad, eso es un error, por eso hay que buscar ayuda profesional de calidad para saber cómo tratar al ser querido en casos tan difíciles. Y no caer en la recriminación o en la manipulación emocional del enfermo que pueden llevar a una escalada trágica como el suicidio.

Con respecto a las personas con cáncer u otras enfermedades terminales, pienso que el acompañamiento y la mirada tierna y las sonrisas que uno le pueda brindar son bastante aliciente, a veces las palabras y las frases pueden sonar repetidas y huecas. Hay que hacerle sentir al afligido algo así como; “estoy contigo” “te queremos y estamos haciendo todo para ayudarte” es decir, que no se sienta solo.

Y en las funerarias es donde se cometen los peores errores y las frases mas estúpidas corren a granel. Que te lo diga que trabaje en la Valles de Maracay.