¿Quiénes
serán felices?
¿SERAN FELICES LOS POBRES?
Aproximadamente 800
millones de personas padecen hambre. Mil cien millones sobreviven con ingresos
inferiores a un dólar diario. Dos mil millones sufren efectos severos de una
mala alimentación (Lucia Vaccaro, UCV, 7.7.2000).
¿Cuál es nuestra actitud
ante esta situación? ¿”Ese no es mi problema”? ¿”Ser pobre esta en Dios, ser
limpio esta en uno”? ¿Es la voluntad de Dios que haya pobres? ¿No alcanzan para
todos los bienes de la tierra? ¿Espero que el gobierno solucione mi problema?
¿”No voy a mover un dedo” para arreglarlo?
Dichosos los pobres,
porque van a dejar de serlo. No milagrosamente. Sino en un mundo como Dios
manda. En un mundo en que Dios manda. En el Reinado de Dios.
De cuya aparición no
podemos ser espectadores. Sino protagonistas. Dios quiere que luchemos por un
mundo de hermanos. En el que los pobres sean dichosos.
¿QUIENES SERAN FELICES?
No me gusta la palabra
maldito. Me duele cuando oigo a jóvenes diciéndola.
No me gusta “maldito
quien confía en el hombre”. ¿No tenemos que confiar en los demás? Lo que aquí
se condena es apartar el corazón del Señor.
“Bendito quien confía en
el Señor” y pone el Señor su confianza”. Que no es esperar pasivamente que El
arregle las cosas. Sino tener el gozo en la ley del Señor, meditar su ley
continuamente. No entrar por el camino de los pecadores, ni sentarse en la
reunión con los cínicos, ni seguir el consejo de los impíos.
¿SOMOS LOS MAS INFELICES?
La felicidad no está en
hacer lo que queremos, sino en querer lo que hacemos. Nosotros, ¿queremos lo
que hacemos? ¿Disfrutamos amando a nuestra familia? ¿Nos gusta el trabajo que
realizamos por los demás? ¿Luchamos contentos por una Venezuela más justa, más
fraterna, en la que todos tengan un trabajo con el que poder mantener a su
familia?
Cristo resucito de entre
los muertos, el primero de todos. Por eso no seguimos con nuestros pecados. El
nos da la fuerza para superarlos. Para no producir muerte, sino vida a nuestro
alrededor.
Hoy celebramos Nuestra
Señora de Lourdes, la jornada mundial del enfermo. Al visitar Lourdes
impresionan los testimonios de tantos milagros allí sucedidos. Pidamos a María
el milagro de un mundo sin acumulación de riquezas de un lado, y acumulación de
carencias por otro lado. Pidámosle el milagro de trabajar juntos por una Venezuela
y un mundo igualitario, con oportunidades de trabajo para todos, fraterno,
dichoso.
Jean Pierre Wyssenbach, s.j.
Hojita; El Domingo Dia del Señor.
Año XXXV-Sexto Domingo Ordinario/ C-11 de Febrero de 2001.
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