martes, 14 de octubre de 2014

Libro sobre La Depresion, por: Dr. Elias Silva...



La depresión por; Dr. Elías Silva

Cada día circulan en Internet miles de correos que contienen comunicaciones acerca de resultados de estudios e investigaciones directamente vinculadas con el tema. Basta con colocar la palabra
“Depresión” en un buscador de información para obtener 2.610.000 respuestas.
Cada mes de cada año se realizan decenas de conferencias, seminarios y congresos sobre el mismo tema.
¿Por qué los Psiquiatras tienen tanto interés en hablar sobre Depresión?
Según cifras de la OMS (Organización Mundial de la Salud) De 3 a 5 % de la
población mundial sufre enfermedad depresiva, lo que viene a representar más de 100
millones de personas. En todos los estudios se halla que 12 % de las mujeres y 6.6 %
de los hombres sufren Depresión cada año, es decir que la enfermedad afecta el doble
de mujeres que de hombres. Por otro lado se refiere con frecuencia que
aproximadamente 30% de todos los pacientes que acuden a cualquier consulta médica
de atención primaria, por cualquier causa, padecen de depresión. Así mismo, diversas
investigaciones sostienen que cada paciente depresivo solicita atención médica de
diversas especialidades al menos doce veces por año. Es importante saber, que según la
misma OMS, actualmente la depresión es la segunda causa de incapacidad laboral en la
categoría de 15 -44 años para ambos sexos.
Todas estas cifras pueden en realidad decirnos poco, por ello vale la pena hacer
un ejercicio hipotético: En una población de 28 millones de habitantes, podríamos tener
cerca de cinco millones de personas afectadas de depresión en algún momento de su
vida. Esa enorme cifra se incrementa si suponemos que cada paciente acuda a consulta
primaria al menos doce veces en un año y se torna astronómica si consideramos que
cada paciente se encontrara incapacitado para trabajar en promedio 45 días en un año.
Para tener una idea los costos de la depresión para los Estados Unidos de
Norteamérica en un año fueron de $53 mil millones al año (Psiquiatric Services 1996;
47: 318-319), una década después se han incrementado en un 15%, esta es una cifra que
supera el presupuesto de salud de muchas de nuestros países.
(http://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/depresion/index.shtml)
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Lamentablemente esto no es todo, la depresión está
vinculada con una serie de problemas, que se alimentan unos
a otros.
Como ya fue dicho, esta enfermedad es una de las
causas principales de ausencia laboral (Reposo) ya que casi
siempre el paciente estará inactivo durante al menos cuarenta
y cinco días en promedio, lo que viene a significar una cifra astronómica en tiempo y
productividad perdidos. En este momento la depresión es una de las primeras causas
de inactividad laboral en el mundo.
La familia también es afectada, dado que casi siempre la persona se enferma en
la etapa de madurez temprana, cuando los hijos están pequeños y la pareja aún no se ha
consolidado del todo, generándose conflictos conyugales y familiares que no pocas
veces culminan con la disolución del matrimonio.
El paciente depresivo sufre por partida doble. Por un lado, la carga de la
enfermedad y por el otro la crítica proveniente de relacionados, familiares y amigos,
quienes desconociendo la realidad del padecimiento, muchas veces le hacen objeto de
severos cuestionamientos, agravando la situación y en ocasiones conduciéndolo a la
desesperación y el suicidio.
El paciente depresivo es un enfermo incomprendido y estigmatizado. Al propio
paciente le cuesta entender que está enfermo; para él y sus relacionados lo que
manifiesta es muestra de debilidad, “Tiene algo que podría superar si pusiera de su
parte, si fuese más valiente, decidido y fuerte”.
Los malestares que padece deben ser disimulados o corre el riesgo de ser
catalogado como flojo, manipulador o loco. La incapacidad es rechazada y perseguida,
corre el riesgo de ser catalogado como “Reposero”, insulto acuñado por directivos
ignorantes de esta enfermedad, que lo somete a la crítica y discriminación de sus
compañeros de trabajo, agregando nuevos motivos de ansiedad.
La situación empeora por la desvalorización de la posible ayuda que se le
pudiera brindar. En nuestra sociedad es severamente criticado todo aquel que busca
asistencia o apoyo para resolver sus problemas personales, si es un hombre peor.
Usualmente se dice que “Nadie puede decirle a uno como conducir su vida”. Esto
retarda el acudir a una ayuda especializada, empeorando la enfermedad y aumentando
los riesgos inherentes a ella.
Por otro lado, vivimos en una sociedad que ha ido devaluando casi todas las
actividades y profesiones; en ese basurero entramos todos: Maestros, abogados,
militares, curas, médicos; que van siendo sustituidos por curanderos, iluminados y
curiosos.
El conocimiento científico no escapa a esta conspiración social masiva. Lo que
se obtiene mediante el estudio largo y laborioso y el trabajo constante y fatigoso es
descalificado a favor de aquello que se logra fácil y rápidamente. Títulos, postgrados y
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Doctorados se cambian por “Cursillos”, “Diplomados” o aun más fácilmente por nada. .
La psiquiatría y quienes la
practicamos no somos inmunes a esta
erosión social. Anteriormente, llamados
Loqueros”, descalificados como
habladores de tonterías; hemos
devenido en “Drogadores”
profesionales, especie de genios locos
con patentes para intoxicar y matar
niños y adultos sanos.
Esta especie de guerra mediática
ha dado sus frutos. Individuos que
jamás han pisado un laboratorio, que
nunca hicieron siquiera un trabajo de
investigación en bachillerato, dan
opiniones negativas sobre procedimientos, investigaciones y medicamentos que apenas
pueden nombrar. Deliran hablando de curas milagrosas y juegan impunemente con la
salud y vidas de aquéllos que para ellos sólo representan cifras de sus negocios.
Los medicamentos han sido un objetivo principal de estas acciones. Se ha hecho
una sistemática propaganda sobre los efectos secundarios, que indudablemente existen,
ocultando los beneficios que son disminuidos u ocultados. Sería como decir que el agua
es mala porque oxida las cosas y causa inundaciones.
Es la preocupación humana por los que padecen esta enfermedad y la vocación
por prestarles ayuda, lo que explica el interés continuo de cada uno de nosotros por
saber cada día más y mejor como realizar acciones efectivas en pro de la salud de todo
aquel que padezca esta enfermedad.
¿Cuáles son los
síntomas de una Depresión?
La Depresión presenta una
sintomatología muy variada y es natural
que así sea, ya que detrás de los síntomas y
signos de patología psicológica, subyace
una alteración profunda del
funcionamiento de todo el Sistema
Nervioso y otros sistemas importantes para
el mantenimiento de la vida.
Dado que los síntomas evidentes
pertenecen a la esfera mental los
revisaremos primero, luego nos
detendremos en los que están conectados
con otros sistemas del organismo que
pueden ser aún más graves o peligrosos.
El diagnostico de Depresión lo realiza la persona que conoce estos
síntomas: sorpresivamente no son los médicos generales quienes lo hacen en primera
instancia. En una investigación particular entre mis pacientes el 50% de las veces fueron
referidos a la consulta por otros pacientes ya diagnosticados, 20% por amigos que
detectaron cambios en la conducta, 20% por familiares que percibieron que algo andaba
mal y solo el 10% fue referido por médicos. En próximos capítulos trataremos de dar
explicación a estos paradójicos resultados. Ahora revisemos los síntomas.
LOS SINTOMAS DE LA DEPRESION
Humor Depresivo
Es la sensación progresiva de malestar general, asociado usualmente con tristeza, la
mayor parte del tiempo, todos los días, por un periodo igual o mayor a dos semanas.
Puede estar acompañado de irritabilidad y/o retraimiento, sobre todo en niños y
adolescentes.
El paciente muestra seriedad continuamente, expresa disgusto, dice sentir fastidio por
todo. Su expresión de sentimientos está disminuida (sequedad), responde de mala
manera a cualquier intento de ayuda verbal (acritud), toma todas las cosas con
desinterés por interesantes que sean (displicencia) y responde con escasa educación o es
verbalmente agresivo (aspereza).
Insomnio
El insomnio es un síntoma frecuente y usualmente temprano. El paciente tarda en
quedarse dormido o se despierta en la madrugada, usualmente intranquilo, con
pensamientos negativos que no le dan sosiego. Se despierta con sensación de cansancio
y falta de fuerza. En ocasiones se queda en cama, con los ojos cerrados, sin dormir. Es
común que el paciente comunique no dormir y que sus familiares opinen que por el
contrario este duerme profundamente. Cuando se levanta esta somnoliento y distraído.
Pasa el día tratando de despertar.
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Pérdida del Interés
Incapacidad para buscar y/o disfrutar actividades que antes le resultaban placenteras.
Marcada indiferencia y apatía. El paciente puede estar despreocupado por sus cosas y
parecer hostil. Se opone a los esfuerzos de sus familiares y amigos por distraerle o
llevarle a pasear y/o hacer ejercicio. Puede lucir aburrido y exigente.
Aumento de la fatigabilidad. Constantemente dice sentir debilidad, ante cualquier
pequeño esfuerzo exhibe desfallecimiento. Tiene la sensación de pérdida de la fuerza
muscular. Cansancio permanente, fácil agotamiento y una severa tendencia a la lasitud.
El paciente progresivamente cae en la inactividad. Conflictos por ser llamado “Flojo” o
“Reposero”. Usualmente cree que le falta alguna “Vitamina” o lo adjudica a la mala
alimentación. Reacciona con irritación ante los "Esfuerzos" de sus familiares porque se
levante y haga alguna actividad.
Sentimientos de Inferioridad
Pérdida progresiva de la confianza en su capacidad para afrontar las
exigencias usuales de la vida cotidiana, ya no confía en sí mismo. Hay
una disminución apreciable de la autoestima. Se siente más y más
desvalorizado y cualquier elogio puede tomarlo como burla. Siente que no
es merecedor del afecto de sus familiares. Percibe que molesta y que todo
el interés que le muestran se deriva de la lástima. Está preocupado por no estorbar y
causar problemas con su sola presencia. Puede rumiar pensamientos acerca de su poca
importancia o la escasa relevancia de lo que ha hecho en su vida o acerca de sus logros.
Se centra en sus carencias, fracasos y errores, reales o imaginarios.
Falta de Vitalidad
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Sentimientos de Culpa
Auto reproches desproporcionados, autocensura. Puede sentir que su enfermedad actual
es castigo por ideas o acciones de su pasado. Busca una “Razón” en sus pecados. Los
sentimientos de desaprobación pueden ser la base de la ideación suicida. En ocasiones
proyecta la culpa sobre los demás, acusándoles de ser los responsables de sus molestias
y malestares.
CONDUCTA SUICIDA
Pensamientos recurrentes acerca de la muerte. Búsqueda de sentido a la existencia en
términos negativos. Vuelta hacia sí mismo de sentimientos agresivos. Ideas auto
destructivo. Necesidad de castigar a sus allegados, de darles una lección con su
desaparición, planificación y anticipación de su muerte y su impacto sobre él o los
otros. Acciones tendientes a lesionarse, enfermar o quitarse la vida.
Disminución de la Capacidad de Concentración
Progresiva incapacidad para ordenar las ideas y pensar con claridad. Indecisión.
Vacilaciones en las conversaciones y ejecución de acciones y tareas comunes. La
persona se abstrae progresivamente, se encierra en sí misma y va aislándose. Aumento
del riesgo de sufrir u ocasionar accidentes.
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QUEJAS SOMÁTICAS MÚLTIPLES
Son muy importantes ya que están presentes en más del 70% de los pacientes
Depresivos. Son la causa de la mayoría de todas las consultas en todas las
especialidades, desafortunadamente pocas veces estas quejas son reconocidas como
síntomas depresivos.
Provocan la "Peregrinación" de los pacientes por diferentes consultas especializadas y
pueden generar grandes gastos en exámenes, que resultan negativos y tratamientos
ineficaces. No pocas veces son causa de intervenciones quirúrgicas y tratamientos que
complican el cuadro del paciente, dejan secuelas o ponen en riesgo la vida del paciente.
Las quejas somáticas más frecuentes son:
Taquicardia (Aumento de la frecuencia y fuerza del latido cardiaco),
Sensación de Asfixia,
Gastritis (Dolor y acidez en el estomago),
Cefaleas (Dolor de cabeza),
Dolores Musculares,
Diarrea Crónica,
Anorexia (Disminución intensa del apetito),
Lumbago (Dolor y contractura en la parte baja de la espalda),
Afonía (Disminución, modificación o ausencia de la voz)
Síntomas Extravagantes o inexplicables, tales como: sentir un “Tarugo” o una
"Pepa" en la garganta, carraspera que aparece y desaparece, erizamiento de los
pelos del cuerpo, frió y calor alternos, sensaciones quemantes en las palmas de
manos o plantas de pie, dolores que “Caminan” dentro del cuerpo,
Abombamiento del cuello, entre otros.
Otros síntomas importantes
Alteración Psicomotriz
Lo usual es que el paciente presente inquietud,
sobresalto, zozobra y nerviosismo. Reacciones de
agitación y violencia pueden presentarse ante
pequeños estímulos, su actitud puede ser
considerada alterada o agresiva por quienes le
rodean.
En otros casos la actividad motriz esta inhibida, apareciendo el paciente retraído, con
una actitud de encogimiento, a veces inmóvil y muchas otras indiferente o desatento a
los estímulos del medio ambiente.
Cambio del Apetito
Lo común es que el paciente presente una
disminución apreciable del apetito. En
ocasiones debe ser obligado a comer o lo hace
por sí mismo sin sentir hambre. Se valora una
pérdida de por lo menos el 5 % del peso inicial
por mes. La persona puede llegar a la delgadez
extrema.
En otras ocasiones el cambio es hacia la
voracidad, el paciente se mantiene “Picando”
todo el día, sobre todo dulces y golosinas de
todas clases; en esos casos vemos aumentos
del peso de hasta diez kilos por mes. Algunas
teorías psicológicas ven en esta conducta una
forma de auto agresión.
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Dolor
Es uno de los síntomas más frecuentes y peor
diagnosticados de la depresión. La persona se
queja de dolores principalmente musculares o
articulares, cambiantes de lugar e intensidad.
De aparición y desaparición súbita. También
puede existir dolor en las vísceras abdominales,
pulmones, ojos y en ocasiones hasta el cabello
puede doler. Aunque no es frecuente el dolor
generalizado puede resultar extremadamente
incapacitante. Al no hallarse una causa “Orgánica” al dolor, el paciente puede ser
acusado de fingir para obtener beneficios (Manipulación).
Trastorno Sexual
Son muy frecuentes y a veces la
primera manifestación de una depresión
es la disminución de libido o desinterés
sexual. En hombres se puede observar
Disfunción Eréctil (Impotencia) a veces
precedida por Eyaculación Rápida
Secundaria.
En las mujeres también se
aprecia desinterés sexual y es muy
común la incapacidad para alcanzar el
orgasmo (Disfunción Orgásmica). En ocasiones se encuentra Anestesia Genital y la
paciente dice “Estar como muerta sexualmente” o sentirse como "Una panela de hielo"..
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Rara vez se encuentran presentes todos los síntomas mencionados en una misma
persona y la intensidad de cada uno de ellos puede variar. El psiquiatra utiliza escalas
para medir en forma global e individual la severidad de un cuadro depresivo, estos
instrumentos de medida ayudan en la labor de determinar cuan enferma está una
persona y sirven para medir su mejoría o empeoramiento a lo largo del tiempo.
Hay una forma más sencilla de sospechar si una persona pudiera estar
padeciendo una depresión y es haciéndole dos preguntas:
1.- En las dos semanas anteriores se ha sentido Decaído,
Deprimido o Desesperanzado
2.- Ha perdido el Interés o Placer en hacer las cosas
Si la respuesta es positiva, lo más probable es que esté padeciendo algún grado de
depresión clínica, lo adecuado sería acudir a la consulta de un especialista y corroborar
el diagnostico.
(http://www.guiasalud.es/egpc/depresion/completa/bibliografia.html)
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La Enfermedad Depresiva no tiene una única causa, es la resultante de varios
factores que convergen para hacer posible la manifestación plena de la enfermedad.
Estudiarlos en detalle escapa a los propósitos de este libro, sin embargo casi todos los
Pacientes desean una respuesta a la siguiente pregunta: ¿Por qué me siento así? Vamos
a tratar de hacerlo de la forma más sencilla posible.
Lo primero es el terreno hereditario sobre el cual germinará con mayor o menor
facilidad la enfermedad. Viene a apoyar la hipótesis genética el hecho comprobado de
que los familiares de pacientes depresivos tienen hasta un 20 % de probabilidades de
padecerla, en el caso de gemelos monocigotos o idénticos, si uno de ellos la presenta, el
riesgo del otro de padecerla es del 75%. La investigación científica en la genética de
esta patología no cesa y los avances actuales son destacados a partir del refinamiento de
las tecnologías utilizadas para realizarlos, sin embargo queda un largo camino por
recorrer. (www.sames.org.ar/.../Bases_geneticas_de_la_vulnerabilidad_a_la_depresion.doc)
Otro factor importante es la sumatoria de hechos o eventos traumáticos o
estresantes a lo largo de la vida del sujeto. Cada uno de ellos pone a prueba la capacidad
del individuo para afrontarlos y si ésta está debilitada irán quedando huellas o cicatrices
psicológicas, a partir de los cuales se generen formas de pensar y analizar la realidad
defectuosamente que contribuirán a que la persona sea propensa a agotar sus reservas
psíquicas y caer en un episodio depresivo. El estrés continuo altera de forma
permanente el funcionamiento del Sistema Nervioso e Inmunológico, estableciendo una
nueva forma de sentir y pensar, que constituye una de las bases principales de la
enfermedad (Wikcionario. http://es.wiktionary.org/wiki/psicoterapia).
Vinculado directamente con lo anterior está el proceso de formación de formas
erróneas de pensar o como se dice técnicamente distorsiones cognitivas, que son
modelos deformados sobre los cuales formamos ideas, las que obviamente serán
defectuosas también; éste es un proceso que se realiza paulatinamente a lo largo de toda
la vida y a menos que sea analizado se mantiene inmutable. Más adelante dedicaremos
un capitulo a este importante aspecto.
Por último, están las alteraciones de hormonas producidas por nuestro cerebro
que reciben el nombre de Neurotransmisores, encargadas de regular todas las
manifestaciones de nuestra vida psicológica: Noradrenalina, Serotonina y Dopamina
son nombres que han llegado ya al público y denominan estas sustancias. Los
medicamentos que se utilizan para el tratamiento de la depresión actúan modificando la
producción y/o utilización de estas importantes hormonas.
No se debe ver la depresión como una enfermedad que afecta una hormona y
que una vez que dicha alteración se normaliza, la patología desaparece. El desbalance
hormonal que produce la depresión perdura a lo largo del tiempo y produce mal
funcionamiento de múltiples sistemas que sostienen el estado de salud mental y física.
¿Cuál es la causa de una Depresión?
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De otra parte este profundo y extenso desequilibrio, provoca síntomas en la
esfera mental, que pueden ser iniciados, mantenidos o agravados por maneras poco
eficientes de pensar o comportarse, las cuales son el objetivo de los tratamientos
psicológicos (Psicoterapias).
La Depresión es un trastorno duradero con un alto riesgo de recaídas. El 50% de
los que han tenido un episodio depresivo, presentarán un segundo episodio. 70% de los
que han padecido dos episodios, presentarán un tercero. 90% de los que han padecido
tres episodios, padecerán un cuarto.
El Tratamiento inicial de un primer episodio depresivo, no debe ser suspendido
antes de que haya transcurrido un periodo mínimo de 12 meses, después de haber
obtenido una Respuesta Favorable con al menos un medicamento antidepresivo.
Si el Medicamento se suspende antes de Seis Meses, las Recaídas superan el
50% de los Casos.
La OMS (Organización Mundial de la Salud), APA (Asociación Psiquiátrica
Americana) y el NIMH (Instituto de Salud Mental de USA); Recomiendan las
siguientes duraciones para los episodios depresivos.
Segundo episodio complicado se refiere a que este acompañado de intentos de
suicidio, que el intervalo desde el primero sea menor de seis meses o que este
antecedido por un periodo de euforia y/o agitación.
Episodio
Duración del
Tratamiento
Primero 6 a 9 Meses
Segundo 4 a 5 Años
Segundo
Complicado
Indefinido
Tercero Indefinido
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DEPRESIÓN FEMENINA
Las mujeres en todas las sociedades presentan con mayor frecuencia Depresión,
tres de ellas enferman por cada hombre, cabría preguntarse porque sucede este
fenómeno y cómo suele suceder. La respuesta no es sencilla. Se pueden encontrar guías
acerca del tema en los siguientes enlaces: (http://www.scielo.br/pdf/csp/v20n3/19.pdf) y
(http://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/depresion-lo-que-toda-mujerdebe-
saber/index.shtml).
Entre los diversos factores que se han planteado, destaca el de la complejidad
hormonal de la mujer, la niña al desarrollarse es sometida a cambios hormonales
drásticos y cíclicos y como ya fue dicho en la base de la enfermedad subyace un patrón
alterado de funcionamiento hormonal, aquí es bueno aclarar que todos los sistemas
hormonales del cuerpo esta interconectados, así la alteración en uno de ellos afecta el
resto.
La llegada de la Menarquía (Primera regla), es vivida de diferentes formas, que
dependen tanto de los aprendizajes acumulados por la joven a lo largo de sus años de
desarrollo, como por las actitudes de sus padres. Para algunas niñas y sus madres
representará el inicio de una nueva etapa, la reproductiva, y probablemente sea recibida
con alegría o como mínimo con una actitud neutral. Puede servir en estos casos de base
para la enseñanza de nuevos procedimientos de higiene personal, de reconocimiento de
su rol femenino y para establecer las bases de una sexualidad y maternidad
responsables.
Para otras, la menstruación significará la evidencia del castigo de ser mujer, la
aparición de un fastidio mensual o el peligro inminente de ser violadas o utilizadas
sexualmente, por el supuesto universo potencial de hombres desalmados. Obviamente,
en cada una de estas actitudes influyen el modelo educativo de la familia y sociedad y
las experiencias traumáticas sufridas por las actoras del drama.
Los embarazos son principalmente cambios hormonales profundos y el parto es
una especie de crisis de esos cambios, de allí la frecuencia de Depresiones Post Partum,
que son aquéllas que aparecen después de un parto. Más tarde la menopausia, que señala
la disminución de producción de hormonas sexuales por parte de los ovarios,
desencadena una cascada de cambios hormonales, con una multiplicidad de síntomas
derivados de ella.
La menopausia, marca el final de la vida reproductiva femenina y de ninguna
forma el final de su existencia como ser humano valioso; nuevamente se presentarán
múltiples actitudes que serán una especie de resumen de todo lo que ha podido aprender
y desarrollar en relación a su autoestima e independencia. Para algunas significará haber
cumplido una meta, el inicio de una vejez tranquila, el reposo de una mujer que ha
hecho su papel en la vida; para otras será vivido como la llegada de la horrible vejez, la
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pérdida de sus atractivos físicos y el abandono de todos los hombres que fueron
significativos en su vida anterior.
Como se puede deducir, la mujer está sometida a un continuo y complejo
cambio de su patrón hormonal prácticamente desde que nace hasta que finaliza su vida.
Otro factor importante es la educación diferencial de géneros, el hecho de nacer
mujer impone desde el nacimiento una forma diferente de ser educada y tratada, las
niñas, púberes y adolescentes deben cumplir exigencias sociales y familiares so pena de
ser sometidas a escarnio o castigo. Son inducidas a parecer más débiles y dependientes,
la conducta de afrontar con decisión problemas es mal vista en ellas, esto sin decir que
desde que nacen llevan sobre sus hombros la pesada carga de la virtud sexual, mal
entendida como supresión absoluta de cualquier manifestación de tipo erótica o
placentera.
Por otro lado, estudios psicológicos y biológicos han demostrado que las niñas
progresan más rápido, alcanzan su madurez intelectual más pronto que los varones y
conservan una ventaja en todo lo relacionado con procesos en los cuales es necesaria la
intuición y rapidez mental. Como todo no puede ser ganancia, los varones se muestran
más decididos al enfrentar situaciones nuevas, exhiben una mayor agresividad y fuerza
muscular, que muchas veces, desafortunadamente, utilizan para dominar a sus
compañeras.
La mujer tiene la exclusividad de la generación de la vida, sólo ellas pueden ser
madres; esto que ha sido motivo de mucha poesía, ha tenido también su carga de
negatividad. Sobre todo antaño, los hijos estaban y siguen estando vinculados con
aspectos psicológicos, sociales y económicos. El hombre y la sociedad han sido
diligentes en fabricar un marco restrictivo para la mujer como medio de asegurar las
líneas de descendencia y la permanencia de los bienes dentro de la familia. Esto explica
la sacrosanta adoración por la virginidad y la existencia de diferentes métodos para
asegurar a un sólo hombre el acceso físico a su mujer.
El hecho de ser madre, impone una noción básica de sacrificio por su prole; al
correr del tiempo los hijos crecen y se independizan, buscan caminos diferentes a los
deseados por sus madres y muestran conductas que pueden causar hondo pesar en estas
últimas, complementariamente sienten el “Deber” de defenderlos, independientemente
de que tengan que ocultar su desacuerdo o indignación. Al contrario, de las demás
hembras “Mamíferas”, éstas nunca dejan de cuidar y proteger a su prole y cuando esto
es imposible de realizar, lo sustituyen por una continua preocupación por sus vidas y
situaciones, que en ocasiones adquiere visos de tortura mental.
Otro aspecto de tener en cuenta es el propio hecho femenino, vale decir lo que
se deriva de ser mujer y reaccionar y comportarse como tal. En términos generales se
presentan como altamente competitivas con las otras hembras, en prácticamente todos
los terrenos de la vida cotidiana. Hay que ser más elegante, bella, atractiva, inteligente,
rica, que todas las demás. Obviamente esto las coloca en una lucha sin fin, donde
siempre habrá “Otra” competidora que superar. Este particular asunto, ha sido explotado
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con mucho éxito por los llamados “Árbitros de la moda”, que dicho sea de paso son en
su mayoría hombres!!!!
Vinculado con lo anterior, está un doble estándar moral paradójico, que se
incrementa con el pasar del tiempo. De una parte la mujer quiere ser objeto del deseo
sexual de los hombres, para ello se adorna, se maquilla, se viste insinuante y hoy día se
coloca prótesis y modifica su aspecto externo eliminando o disimulando, todo lo que
socialmente se considera menos deseable; se esfuerza en no estar pasada de peso, no
tener celulitis y permanecer con un bronceado que pregone que es una mujer amante del
sol y la desnudez. Por la otra debe mantener un aspecto de mujer inaccesible,
perfectamente fiel y celosa guardiana de su estatus de señora o el ahora devaluado de
señorita
Pasaron las mujeres a tener más y más derechos civiles, se incorporaron al
sistema productivo, ingresaron masivamente a la formación profesional, lucharon y
alcanzaron puestos de liderazgo social, comercial y político destacados;
pero….continuaron conservando sus roles ancestrales de madres, esposas, amas de casa
y pilares de la estructura familiar. El resultado ha sido una multiplicación acumulada de
factores de fatiga física y estrés psicológico, que se han estudiado como facilitadores de
su mayor vulnerabilidad a la depresión.
No pueden dejar de mencionarse los cambios sucesivos de estatus social y
psicológico. La niña comienza por ser la “Princesa” adorada por sus padres, luego en
numerosas ocasiones deviene en una especie de “Chinche” adolescente, irritable, hosco
y extraño. Pasa luego a Señorita inmersa en el azaroso proceso de conseguir un
“Príncipe azul” con el cual materializar un matrimonio de fantasía. Finalizada esta etapa
y en ocasiones transformado su príncipe en “Verde ogro”, adopta el rol de “Tigra
parida” celosa guardiana de sus hijos, por los cuales es capaz de sacrificar cualquier
cosa, sólo que los cachorros crecen y se van, el príncipe se convierte en rey y poco está
en la casa, la juventud también se va, la implacable ley de la gravedad hace caer todo lo
que estuvo arriba y para colmo la paulatina deshidratación parece desafiar las más
costosas cremas. La casa hasta ayer llena de risas y agradables sonidos (Aun los de las
pequeñas discusiones) se convierte en “Nido vacío”, todo esto viene a constituir una de
las más frecuentes causas de depresión, llamada con razón Menopáusica o climatérica.
Hay que tener especial cuidado en no entender que lo dicho hasta ahora
signifique que “Ser mujer es malo” o peor que “Ser hombre es bueno”. No, lo que
traduce es que la vida de la mujer está llena de desafíos, para los cuales usualmente está
mal preparada, simplemente porque no se le ha prestado atención o ayuda, aún cuando
aceptemos que se han hecho esfuerzos en ese sentido, lamentablemente más para
incrementar la división y lucha que para acabar con la ignorancia y dotar de
herramientas psicológicas y sociales fuertes, que ayuden a solucionar los factores
mencionados.
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Trastorno
Disfórico Pre
Menstrual
Las manifestaciones
depresivas son frecuentes y
anexas a la vida “Normal” de
algunas mujeres. Con frecuencia
la menstruación, es esperada con
temor por muchas mujeres, ya
que temen la aparición de
síntomas tales como:
Irritabilidad, enfado, ánimo
deprimido, ansiedad, labilidad
afectiva, fatiga, apetencia por
carbohidratos; los cuales
constituyen el Trastorno Disfórico Menstrual, que afecta del 3% al 5% de las mujeres en
edad reproductiva, una forma atenuada, llamada Síndrome Disfórico Pre Menstrual
llega a afectar hasta el 80 % de las mujeres. Los síntomas aparecen desde una semana
antes de la fecha de la menstruación y suelen desaparecer con la llegada del
sangramiento.
En su propia definición El Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM) es una
afección caracterizada por síntomas de depresión severa, irritabilidad y tensión antes de
la menstruación, deja clara su relación estrecha con la enfermedad depresiva, de hecho
cerca del 10% de las mujeres que lo padecen llegan a tener ideas suicidas vinculadas
con la severidad de sus síntomas.
La patología aparece desde la menarquía (Primera menstruación), se mantiene a
lo largo de todos los ciclos menstruales (Reglas), suele desaparecer durante el embarazo
y menopausia. Usualmente sigue un curso crónico, con aumento de la severidad
progresivo. Padecer este trastorno aumenta de manera importante el riesgo de padecer
una depresión mayor o post partum.
Una mujer que presenta por primera vez el trastorno a los 26 años de edad,
experimenta más de 200 ciclos sintomáticos (Quiere decir que pasa de 1.400 a 2.800
días enferma).
Para entender la importancia que pueden llegar a tener “Esas pequeñas molestias
que acompañan la regla”, pensemos que si el período reproductivo de una mujer es de
30 años y la disforia compromete el 20% del tiempo de cada ciclo, podemos concluir
que se puede llegar a comprometer hasta seis años de la vida útil y calidad de vida de la
paciente.
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Un aspecto relevante de tomar en cuenta es la respuesta positiva al tratamiento
que incluye el uso de antidepresivos, analgésicos, anti inflamatorios y reposo.
Más información:
(http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/007193.htm)
Trastorno
Termoregulatorio
Menopáusico
En el extremo de la vida
reproductiva de la mujer o sea la
Menopausia, encontramos de nuevo
alteraciones hormonales que tienen una
severa repercusión en la vida cotidiana de
muchas damas.
En la etapa peri menopáusica, es decir cuando comienzan los periodos
irregulares, suelen iniciarse los trastornos de la termorregulación y vasodilatación
llamados bochornos o “Calorones”.
Los bochornos son el síntoma más característico y frecuente del climaterio,
aparecen y desaparecen por episodios y consisten en una súbita presencia de calor y
sudoración. La literatura manifiesta que el 75% de las mujeres en la etapa del climaterio
los padecen. En el 82% de las mujeres que presentan bochornos se ha informado que
éstos duran más de un año y un 25 % tendrán este problema durante por lo menos cinco
años. Los bochornos van acompañados de sudoración profusa o sensación quemante en
cara, cuello y tórax, éstos aparecen generalmente por la noche y principalmente en el
área de la cabeza, nuca, hombros y en la parte baja de la espalda.
Hay síntomas menos frecuentes como debilidad, fatiga, desmayo y vértigos. En
el siguiente enlace podrá encontrar una serie de presentaciones con diapositivas, que le
recomiendo ver (http://www.slideshare.net/990662398/climaterio-y-menopausia).
29
Depresión Climatérica
La relación entre menopausia y depresión
es estrecha y frecuente, dado que confluye la
caída en los niveles de estrógenos (Hormonas
femeninas producidas por los ovarios) y diversos
factores psicológicos ya anotados anteriormente.
El tratamiento de estas depresiones llamadas
también climatéricas, no difiere del usual
utilizado en la depresión mayor.
El riesgo de depresión es mayor en
aquellas mujeres que han padecido cuadros depresivos anteriormente o han tenido una
depresión post partum. De igual forma aquellas que han padecido de trastorno Disfórico
premenstrual presentan una mayor incidencia; sin embargo hay otras que presentan
depresión por primera vez durante su peri menopausia.
Se han planteado explicaciones a la depresión que aparece durante el climaterio
y se han invocado diferentes factores de los cuales hemos hablado: el llamado síndrome
del nido vacío, con su carga de tristeza, desesperanza y sentimientos de abandono. Las
variaciones hormonales, sobre todo las vinculadas a las acciones de los estrógenos sobre
el propio tejido cerebral. También se han invocados factores tales como: mala
alimentación, falta de ejercicio, hábitos tabáquicos, etc.
Lo que está claro es que la depresión que se presenta en cualquier periodo de la
menopausia no tiene ningún patrón que la diferencia de la enfermedad corrientemente
vista en otras edades. El tratamiento tampoco es diferente e igualmente efectivo. Tal
como se recomienda a todas las pacientes depresivas, deben recibir apoyo
psicoterapéutico y orientación dirigida a optimizar su estilo de vida.
Resumiendo la vida de la mujer, por su complejidad, tanto en lo biológico, lo
psicológico y lo social; la hace propensa a padecer alteraciones de su vida emocional,
afortunadamente también son más proclives a buscar ayuda, que hoy día es mucho más
efectiva por la combinación de métodos de psicoterapia modernos y nuevos y mejores
fármacos antidepresivos.
Para Adán, el paraíso era donde estaba Eva.
Mark Twain
Tratamiento de la depresión…
Para comenzar, debemos aclarar que siendo la depresión una patología del
sistema nervioso central, con amplias complicaciones en otros sistemas del organismo,
su tratamiento debe recaer sobre un Médico Psiquiatra. Esto excluye cualquier intento
de tratarla por medios diferentes, que vienen a ser en muchos casos formas incompletas
o erróneas de abordar la alteración de la salud mental de una persona, lo que puede
acarrear complicaciones y transformarla en un enfermo crónico e incapacitado.
La actuación de un Psicólogo Clínico, completa el equipo profesional optimo,
mas debe tenerse en cuenta que éste, al igual que el Médico General, requiere de un
estudio y entrenamiento a nivel de post grado, para poder actuar de manera segura y
eficiente, en el cuidado de pacientes afectados por cuadros mentales tan complejos y
delicados, es deseable que haya completado una formación de tres años en psicoterapia.
Nunca debe aceptar que un psicólogo le indique un medicamento, aun cuando alegue
que es “Natural”, es un acto ilegal, riesgoso e indica que ese profesional no obedece
límites éticos en su actuación.
Antes de iniciar el tratamiento de un paciente, es necesario realizar un examen
mental, físico general y de laboratorio. Es esto ineludible para poder diferenciar esta
enfermedad de otras que pueden tener síntomas parecidos y por otro lado para
determinar cuáles otras modificaciones patológicas presenta el paciente, que pudiesen
complicar o agravar el curso de la enfermedad o producir efectos secundarios
indeseables.
El tratamiento actual de la enfermedad
depresiva se apoya en dos pilares. La
Psicoterapia definida como:
Tratamiento de desórdenes o
desequilibrios psicológicos empleando
una técnica profesional, como el
psicoanálisis, la terapia de grupo, o
terapia del comportamiento. La
Farmacoterapia que es la aplicación de
moléculas desarrolladas y aprobadas
como medicamentos, para el
Tratamiento de la Depresión
32
tratamiento de diversas patologías.
La mejor elección en el consenso de todos los expertos a nivel mundial es la
combinación de ambas y para algunos de nosotros, negarle a un paciente los beneficios
de un medicamento en pro de una psicoterapia o viceversa, aparece como una acción
éticamente reprobable.
Farmacoterapia
Muchas personas, incluidos profesionales
médicos o vinculados con la asistencia a pacientes
depresivos, mantienen una actitud negativa hacia el
uso de medicamentos psicotrópicos y la psiquiatría
en general. Aducen que son “Drogas”, asimilándolas
con cualquier droga ilícita de abuso que se vende en
la calle y descalificando al médico que las prescribe
legalmente como “Loquero”, término que además
agrede al paciente etiquetándolo como loco o
demente.
Es posible que algunas de esas personas
jamás han estudiado medicina y mucho menos
farmacología, o en el caso de que lo hayan hecho,
probablemente superaron con dificultad esa materia
y no volvieron a actualizar sus conocimientos
básicos, de otra forma no se explica su actitud
contraria al principio más elemental del ejercicio medico, como es buscar primero el
alivio de los síntomas del paciente, sin causarle daño, protegiéndolo de cualquier riesgo
potencial para su vida, evitar a toda costa la negación del tratamiento efectivo y
mantenerse al día en el desarrollo de la ciencia médica.
Sin caer en el extremo de decir que los
medicamentos que se utilizan para ésta y otras
enfermedades son inocuos, que no tienen
ningún efecto secundario y que se pueden
recetar sin mantener un cuidado y vigilancia
estrecho; debemos decir que su desarrollo
cambió la faz de la psiquiatría y sobre todo
alivió los síntomas de una enfermedad que
puede conducir al suicidio y esto último
compendia todo lo que se pueda argumentar
al respecto de su severidad e importancia.
33
Elaborar un medicamento es labor que consume años de investigación y trabajo.
Miles de pruebas son realizadas antes de que un medicamento salga a la venta y existen
organismos regulatorios internacionales que vigilan día a día la ocurrencia de eventos
negativos derivados de uso y valoran las consecuencias graves o fatales. Las inversiones
que se hacen son mil millonarias (En dólares USA) y el capital principal de una empresa
farmacéutica es la confianza que pongan médicos y pacientes sobre la efectividad y
seguridad de sus productos.
El enlace siguiente le lleva a la página de FDA (Food and Drugs
Administration), que es un organismo del gobierno Norteamericano para la autorización
y vigilancia de cualquier tipo de medicamento o alimento. Debe tomar nota que está en
idioma inglés (http://www.fda.gov/default.htm), si es de los que gusta de saber todo
sobre el medicamento que ingiere, entonces le recomiendo vaya a
(http://www.vademecum.es/) donde debe utilizar el principio activo, no el nombre
comercial, para obtener toda la información que desee.
Lamentablemente la cifra de personas que padecen depresión en el mundo,
según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) alcanza a 121 millones y
los convierte en un mercado lucrativo para todos los actores involucrados
profesionalmente o no con su tratamiento. Este aspecto económico ha llevado a destacar
sobre todo los efectos secundarios, que dicho sea de paso tienen TODOS los
medicamentos y la gran mayoría de los productos mercadeados como “Naturales” y
también muchos “Alimentos” (Embutidos – Refrescos Golosinas Grasas trans. etc.).
Por otra parte están los “Gobiernos” interesados en atender al mayor número de
pacientes, convertidos en cifras estadísticas, en el menor tiempo con la mayor economía
de recursos, representada en medicamentos baratos (De menor efectividad y mayores
efectos secundarios), recetados por profesionales formados en el menor lapso posible
(Economía de Recurso Humano); lo cual lejos de optimizar la atención, la “Abarata” en
detrimento de su calidad y aumento del riesgo para los que son supuestamente
atendidos.
El paciente que padece una depresión tiene una perturbación severa y duradera
del funcionamiento de su sistema nervioso, presenta síntomas que hacen inviable su
vida social, familiar y laboral; además exhibe cifras mucho más elevadas que la
población general de patologías conexas graves, tales como: Enfermedad
cardiovascular, Trastornos gastrointestinales, accidentes cerebro vasculares, diabetes
mellitus y un largo etcétera que estudiaremos posteriormente.
Afortunadamente los síntomas secundarios, provocados por el uso racional de un
medicamento antidepresivo son de leves a moderados, usualmente desaparecen en
pocos días o semanas y la posibilidad de un accidente mortal es muy rara por no decir
nula. Lo esencial es que psiquiatra, paciente y familia, formen un equipo dentro del cual
la información y la confianza fluyan de forma continua.
Existen en el mercado venezolano un suficiente número de antidepresivos, lo
que permite prácticamente adecuar a cada paciente al fármaco que mejor tolera. Desde
34
los que aparecieron primero en el mercado en la década de los 50 (Triptanol Tofranil
Anafranil Ludiomil), pasando por los que aparecieron hace ya más de 20 años
liderizados por el célebre Prozac hasta llegar a los últimos medicamentos desarrollados,
los “Antidepresivos duales”, llamados así porque tienen acción sobre dos sistemas de
neurotransmisión (Serotonina Noradrenalina), lo que representa una ventaja
considerable y amplifica el espectro de síntomas que pueden ser tratados efectivamente
con un sólo medicamento.
Todos los antidepresivos han probado de forma suficiente su efectividad para
hacer desaparecer los síntomas de la enfermedad depresiva, las diferencias se
encuentran en sus diferentes perfiles de tolerancia y la aceptación por parte del paciente,
que depende de una multiplicidad de factores.
Todos los antidepresivos requieren un periodo que va desde seis hasta doce
semanas en promedio para ejercer su acción, la cual se incrementa al pasar tiempo
tomando la dosis efectiva.
Un punto importante de entender, es el
relativo al Inserto Farmacológico, vale decir el
papel que viene usualmente dentro de la caja que
contiene una medicina, es según mi experiencia,
motivo de múltiples interpretaciones erróneas y de
no pocos abandonos de las indicaciones. Es
razonable, si usted tiene la paciencia y la vista de
águila necesaria para leer, esa extensa relación de
posibles reacciones negativas, que muchas veces van
desde la caspa hasta la muerte en medio de atroces
dolores, es lógico que lo piense cien veces antes de
tragarse esa pastilla con aspecto de carga de
demolición o veneno activo. He dicho en muchas
ocasiones, que lo único que falta es que diga, debajo
de una calavera “No se tome esta vaina”.
Aclaremos que lo que dice el inserto tiene que ver con todas las reacciones que
se han reportado en conexión con su uso, la mayoría de ellas leves o moderadas, otras
riesgos potenciales que hay que balancear con los beneficios esperados. No se pueden
interpretar como si lo listado en el famoso papel, le ocurriera a todos y cada uno de los
pacientes que ingirieran el medicamento, si así ocurriera no tendría sentido fabricarlo o
venderlo.
La intención es que el paciente sepa cuales síntomas puede presentar como
consecuencia de tomar una fármaco y los riesgos potenciales que se han reportado, que
pueda discutir esa información con su Medico tratante y logre autorizar racionalmente la
prescripción que le están haciendo. Obviamente si usted lo que desea es que le crezcan
35
las uñas y el medicamento indicado le puede causar un cáncer de colon, el riesgo es
demasiado alto para lo que desea conseguir. En cambio si lo que padece es un cáncer de
pulmón y el medicamento le va a ocasionar la caída del cabello y vómitos, el beneficio
supera las molestias.
Todo el mundo corre riesgos a cada momento, la mayoría pasan desapercibidos;
si sale a la calle lo puede matar un delincuente o atropellar un carro; si come carne
molida puede adquirir una fiebre tifoidea, si mastica chicles le pueden causar caries y si
se mete debajo de la cama le puede caer la cama encima.
Al tomar cualquier medicamento, asume un riesgo en la búsqueda de recuperar
su salud; las molestias tienen que ser tolerables y estar en consonancia a la severidad del
padecimiento que le está amargando su existencia. Es totalmente diferente a correr el
riesgo de una cirrosis hepática por tener el placer de embriagarse o exponerse a padecer
un cáncer pulmonar para satisfacer su necesidad de fumar.
Si la depresión fuese una “Tontería” que se quita pensando en otra cosa o
divirtiéndose, sería el primero en no indicar ningún medicamento para eso y
seguramente no estaría consumiendo horas escribiendo esto para Usted.
A mis pacientes les digo: No vaya a servir de sujeto experimental para cualquier
aprendiz de brujo. Evite la opinión de “Sabios” y “Expertos” que no leen ni el periódico
y en son de broma les recomiendo: Hagan caso de este “Bruto” que lleva más de 30
años estudiando esto y aun no ha terminado de aprender la lección.
Cuando ha ocurrido que un familiar,
amigo o Colega, sin mayor cuidado indica al
paciente que deje el tratamiento, les digo:
Llévele esta carta, si se la firma, entonces se
trata de una persona seria y responsable, que le
está haciendo una indicación por lo menos tan
legal como la mía; entonces le entrego lo que llamo jocosamente “Anti entrepito o
entrometido”, es un papel donde la persona que retira la medicación asume la
responsabilidad por cualquier empeoramiento, hospitalización o muerte del paciente,
hasta ahora Nunca nadie la ha firmado.
El consejo es muy simple: confíe en su médico, pregunte todas las dudas que
tenga, escuche atentamente, observe su propia respuesta al tratamiento, enfóquese en los
beneficios y no en los daños potenciales, consulte por Internet y lo mejor de todo: hable
con los otros pacientes en la sala de espera. Creo que son los que pueden opinar con
mayor razón, su opinión se basa en la Experiencia, las de otros, mayormente se basa en
la “Eminencia. (Personas que creen saber de todo).
36
Psicoterapia
El otro pilar que sostiene el tratamiento adecuado de un paciente depresivo es definido
de la siguiente manera: “La
psicoterapia es un proceso de
comunicación entre un
psicoterapeuta (es decir, una
persona entrenada para evaluar
y generar cambios) y una
persona que acude a
consultarlo «paciente» o
«cliente» que se da con el
propósito de una mejora en la
calidad de vida en este último,
a través de un cambio en su
conducta, actitudes,
pensamientos o afectos”. (http://es.wikipedia.org/wiki/Psicoterapia).
Actualmente existen seis modelos de psicoterapia, que se han desarrollado a
partir de conceptos teóricos, que vienen a ser las Escuelas de Psicoterapia. Cada una de
estas modalidades tiene a su vez un esquema de aplicación clínica, lo que redunda en
que se puede afrontar un problema psicológico de ¡40 formas diferentes!
Los pacientes son inducidos por familiares y amigos a buscar a alguien que les
practique una “Psicoterapia”, creyendo que les pueden decir qué hacer para resolver sus
problemas y volver a ser felices. En realidad cualquier psicoterapia implica un contrato
de obligaciones entre un Terapeuta y un Paciente, que usualmente puede durar varios
meses o años. Requiere de disciplina y trabajo de ambas partes y del cumplimiento de
horarios y tareas. Muchos son los engañados por “Psicoterapeutas”, que no son más que
personas dotadas de dones de palabra y persuasión, que se dedican a dar consejos y
directivas, lo que en innumerables ocasiones provocan mayores complicaciones.
Actualmente la línea de psicoterapia más utilizada es la Psicoterapia Cognitiva,
desarrollada a partir de los planteamientos teóricos del Dr. Aarón Beck. La terapia
cognitiva es un sistema de psicoterapia basado en una teoría de la psicopatología, que
preconiza que la percepción y la estructura de las experiencias del individuo determinan
sus sentimientos y conducta(Beck, 1967 y 1976), en otras palabras sencillas: Las
emociones (El cómo se siente) se deriva directamente del cómo piensa. Una forma
moderna de expresar el concepto bíblico: Del mucho pensar surge el mucho sufrir.
Sobrepasa la finalidad de este libro el detallar cualquier modelo de psicoterapia,
en el enlace de Internet siguiente, podrán encontrar un manual de psicoterapia cognitiva.
(http://www.psicologia-online.com/ESMUbeda/Libros/Manual/manual2b.htm)
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Esta lámina es un “Clásico” de la literatura terapéutica psiquiátrica, Vamos a
hacer un viaje imaginario dentro de esta grafica diseñada por Kupfer DJ. Publicada en
1991, la cual constituye una extraordinaria herramienta didáctica para estos fines. Se
inicia nuestro recorrido en una persona que no presenta síntomas de depresión. Lenta y
progresivamente su bienestar va descendiendo hasta atravesar la línea punteada, que
marca la frontera entre tener algunos síntomas aislados y el desarrollo de una
enfermedad depresiva clínicamente reconocible. La flecha indica el inicio del
tratamiento, que se mantendrá en su Fase aguda, por un periodo de 12 semanas.
Poco a poco los síntomas van mejorando y de nuevo entramos en la línea
punteada, que ahora marca la Respuesta, en este punto el paciente se siente mejor, pero
aún quedan síntomas residuales, la mejoría deberá continuar hasta alcanzar la fase de
Remisión, que indica la desaparición de todos los síntomas y malestares reconocidos
como depresión. Este punto es la meta de todo el tratamiento.
Desafortunadamente, muchas veces alcanzada la meta, el propio paciente, sus
familiares o el médico no experto; reducen o suspenden el tratamiento. Como
consecuencia podemos tener Recaídas, es decir, la reaparición de los síntomas iníciales
de la depresión. Para evitarlas el tratamiento debe continuar de la misma forma por un
periodo aproximado de 9 meses, hasta alcanzar la recuperación total. De nuevo, la falta
de información provoca retiros prematuros del tratamiento o disminución acelerada de
las dosis efectivas con el riesgo de tales recaídas.
38
Pasado este lapso el tratamiento entra en su fase de Mantenimiento que, según
las recomendaciones citadas anteriormente, debe durar entre un año o indefinidamente,
según el número de episodios que haya padecido el paciente. También durante o
después de este periodo de mantenimiento, el paciente puede presentar un nuevo
episodio depresivo, en ese caso hablaremos de Recurrencia.
Esta gráfica es aplicable a ambos tipos de tratamiento, el farmacológico y el
psicoterápico. El psiquiatra deberá seguir estrechamente el curso o evolución del
padecimiento, son frecuentes retrocesos que requieren ajustes del tratamiento, así como
la aparición de complicaciones que deben ser resueltas de la forma más inmediata.

Importante para recordar.
1.- El tratamiento de la Depresión, en condiciones ideales, sólo debe ser liderado por un
Médico Psiquiatra, mejor si cuenta con la ayuda y colaboración de un Psicólogo Clínico
debidamente entrenado y en forma óptima por un equipo multidisciplinario.
2.- El objetivo del tratamiento es alcanzar la fase de remisión, es decir la desaparición
completa de todos los síntomas y signos de la depresión y no la simple mejoría o
respuesta.
3.- El tratamiento debe continuarse por un periodo variable que va desde un año en el
primer episodio depresivo hasta indefinidamente cuando se han presentado tres o más
de ellos o cuando en el primer episodio ha existido un intento de suicidio inequívoco.
4.- La presencia de síntomas residuales aislados, a pesar del tratamiento tales como:
menor ánimo, voluntad menos estable, episodios de angustia, trastornos del sueño,
menor capacidad de disfrutar, menor rendimiento intelectual, fatigabilidad fácil y
síntomas físicos; son indicativos que la remisión no se ha alcanzado.
5.- La no remisión tiene como consecuencia: aumento del riesgo de recaídas, aumento
de la resistencia a tratamiento, disminución de la capacidad y productividad laboral,
riesgo suicida mantenido, abuso de sustancias, empeora morbilidad y mortalidad de
otras condiciones, aumento de costos médicos y salud mental.
6.- Mantener el tratamiento después de haber alcanzado la fase de remisión trae consigo
los siguientes beneficios: mejor pronóstico, mejor funcionamiento, menor resistencia a
tratamiento, pocas complicaciones, menos abuso de sustancias, menos problemas
relacionales, mejores resultados en el tratamiento de condiciones médicas asociadas.
7.- La causa primordial de las recaídas y complicaciones es el consejo erróneo de
reducción o abandono del tratamiento en fases tempranas o intermedias del mismo.
El objetivo clínico óptimo del tratamiento del Trastorno Depresivo es tanto la
remisión de los síntomas como la prevención de las recaídas. “Se trata de un concepto
que se basa en la pretensión de llegar a un desenlace satisfactorio del tratamiento que
incluya la desaparición hasta de los síntomas menores. Es decir, que haya una
recuperación completa. No se trata de una cuestión baladí, puesto que si quedan restos
de la depresión, aunque sean pequeños, éstos deterioran mucho la calidad de vida y
producen discapacidad, llegando incluso a provocar la recaída”.
40
La Depresión
¿Es sólo una enfermedad mental?
Durante mucho
tiempo, las enfermedades
fueron clasificadas en dos
tipos: físicas y mentales;
esta división a pesar de ser
artificial correspondía al
nivel de desarrollo de la
ciencias hasta hace pocos
años.
Lamentablemente,
se hizo una separación que
se fue haciendo cada vez
más profunda con el correr
del tiempo, se estableció una jerarquía engañosa entre las enfermedades “médicas”, que
tienen una comprobación objetiva por medio de la clínica, laboratorio y pruebas
especializadas y son susceptibles de ser tratadas por médicos, mediante tratamiento con
“medicamentos” o cirugía y las “mentales”, asociadas con perturbaciones psicológicas
sin ninguna base anatómica o fisiológica y por ende “tratables” por cualquiera que
tuviese o creyese tener algún conocimiento de cómo resolver problemas cotidianos:
consejeros, religiosos, “Psicoterapeutas” o en otras palabras todos.
Los “mentales” requerían la asistencia de un psicólogo, sociólogo, sacerdote,
pastor, consejero, para ayudarlos a entender cómo ser “más felices”, “más tranquilos” o
para alcanzar cualquier meta que le propusiesen, sea que la llamaran “nirvana”,
“meditación” o de cualquier otra manera. Cuando eran considerados agresivos o
peligrosos, necesitaban de un psiquiatra, que venía a ser como una especie de médico
devaluado, “loquero”, que utilizaba “drogas” que terminaban convirtiendo al pobre
paciente mental en adicto además de loco.
Esta situación continúa vigente, no sólo en una gran parte de la población, sino
que también numerosos colegas evitan cuidadosamente mencionar la palabra psiquiatra,
por temor a ofender (y perder) su paciente. Cuando no les queda más remedio o ya están
realmente fastidiados de él, sutilmente le sugieren que vaya a un psicólogo o que busque
ayuda.
Vamos a demostrar que lo que acabamos de decir es producto de la ignorancia y
por tanto solucionable mediante la información veraz y documentada.
En primer lugar el organismo humano no funciona mediante compartimientos
separados, es una unidad funcional Bio Psico Social, en cada momento de nuestras
vidas están presentes las tres instancias actuando de manera indivisible y afectándose
unas a otras.
41
Por ejemplo, suponga que pasó la noche con diarrea, una alteración biológica del
funcionamiento de su aparato digestivo. Al día siguiente ¿Cómo esta su humor?
Probablemente alterado, con sueño y malestar (alteración de su función psicológica). Va
a su trabajo ¿Cómo está su concentración? Nuevamente alterada, comete un error y lo
despiden (alteración sociológica). Igualmente, si al llegar a su trabajo le dicen que lo
van a despedir, seguramente se preocupará y terminará teniendo una diarrea aguda.
En segunda instancia no existe ninguna enfermedad que ocurra en ausencia de
una alteración anatómica y fisiológica, aun cuando los síntomas sean exclusivamente
psicológicos, cosa prácticamente imposible por lo que acabamos de anotar. El hecho es
que los exámenes necesarios para poder “ver” esas lesiones, en el caso de las llamadas
enfermedades mentales, son de desarrollo tecnológico reciente. Hoy día podemos ver
imágenes de patologías que antiguamente eran consideradas problemas “espirituales”.
La depresión no ha escapado a lo descrito anteriormente, sus síntomas fueron
considerados predominantemente psicológicos y se afirmaba que no existía ninguna
lesión orgánica que la explicara y se creía que “curada” la enfermedad no quedaban
señales residuales del padecimiento y no tenía ninguna repercusión en el resto del
organismo.
De este estudio y de muchos similares, se desprende que los pacientes
depresivos acuden en cerca del 70 % de las veces a una consulta porque sienten
42
síntomas físicos (Dolor Contractura muscular alteraciones digestivas insomnio,
etc.) de origen inexplicable y solo en 30 % sus quejas se refieren a alteraciones de su
estabilidad emocional. Lo dicho trae como consecuencia que una gran proporción de
personas enfermas con depresión no se les diagnostica o trata adecuadamente con la
consecuente cronificación o agravamiento de la enfermedad.
Para poder entender esto es necesario saber que cada ser humano tiene su salud y
su vida construidas alrededor de un eje principal que se denomina Eje Hipotálamo
Hipofisario Suprarrenal, lo que involucra el funcionamiento óptimo del Hipotálamo
que es una parte del cerebro, la Hipófisis que es la glándula directora de la mayoría de
las funciones de las demás glándulas y de las Suprarrenales, glándulas situadas sobre los
riñones que segregan el Cortisol, hormona vital para todas las funciones de defensa
inmunológica y anti inflamatoria de nuestro cuerpo. Como nos podemos dar cuenta, la
palabra glándula se repite y es que desde ya debemos dejar establecido que la depresión
es una enfermedad eminentemente hormonal.
Conocido este aspecto podemos comprender cómo es que los principales
síntomas somáticos (Físicos) de la depresión son: dolor de tipo cambiante,
especialmente en músculos y articulaciones, alteraciones de la función cardiaca y
respiratoria, irritabilidad del sistema digestivo, cuyo origen está directamente vinculado
con el mencionado eje.
También entender el porqué los pacientes depresivos tienen una mayor
propensión a sufrir de diabetes, hipotiroidismo, hipertensión arterial, artritis reumatoide,
soriasis, etc. Asimismo, comprender por qué en diversas patologías agudas y crónicas,
la aparición de una depresión, es una señal de alarma para el surgimiento de
complicaciones y elevación de la mortalidad por las mismas.
Los pacientes depresivos sienten más síntomas, frecuentemente dolorosos y
padecen con mayor posibilidad otras enfermedades o sufren agravaciones de las que ya
padecen ¿por qué? Como ya sabemos la depresión altera hormonas del sistema nervioso
llamadas neurotransmisoras, éstas están presentes, funcionan y controlan todas las
funciones del cuerpo, no sólo las del cerebro. Para recordarlo fácilmente aprendamos
que: El problema depresivo no sólo está en su cabeza.
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Esto que a la luz del conocimiento actual luce muy claro, tardó años en ser
explicado, entendido y aceptado y ha sido causa de que muchas personas hayan
deambulado en multitud de consultas, gastando sus recursos y recibiendo siempre la
misma respuesta: “Usted no tiene nada, su problema debe ser psicológico.
Ahora afortunadamente sabemos que la depresión es una enfermedad que tiene
como todas, síntomas expresados en molestias físicas y otros en la esfera mental.
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El problema reside en que aún cuando la mayoría de las quejas expresadas por
los pacientes que padecen de una depresión son aquellos listados en el lado derecho de
la gráfica, pero sólo se piensa en ella cuando aparecen los colocados a la izquierda, el
resultado es que una gran cantidad de pacientes no son diagnosticados ni tratados, a
veces durante años de padecimiento.
Para los médicos la situación es mucho más complicada, ya que como veremos a
continuación, prácticamente cada especialidad tiene un llamado “Síndrome funcional”,
esto es, una enfermedad que a pesar de ser explorada y revisada no muestra una señal
física o de laboratorio, que le permita a dicho profesional “demostrar” la existencia de
un daño. Estos pacientes sin diagnostico “firme”, van de mano en mano y
lamentablemente en numerosas oportunidades son acusados de “simular” enfermedades
con el propósito de “manipular” a sus familiares, allegados o estafar a sus empleadores.
Vamos a repasar algunas de ellas: El Síndrome de intestino irritable (SII)
conocido hasta hace poco como “colon irritable”, causa en la paciente que lo padece
crisis de diarrea o estreñimiento y diversas molestias digestivas, sin que ningún examen
revele una lesión demostrable.
La Fibromialgia causa dolores erráticos en diversas partes del cuerpo y se ha
resistido a mostrar una etiología precisa, ningún analgésico o tratamiento ha podido
dominarla de forma completa. Un caso parecido es el “Síndrome de Fatiga crónica”
(SFC), adjudicado a falta de vitaminas, infecciones, virosis, estrés; sin que se dé una
cura precisa.
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La Cefalea Tensional. El dolor de cabeza es por así decirlo una pandemia, la
mayoría de las veces resiste explicaciones y tratamientos y su supuesta causalidad ha
resistido el paso del tiempo; la mayoría de las veces los pacientes después de haber
hecho dietas, ejercicios, y una miríada de acciones a veces absurdas, terminan por
aceptarlos como parte de sus vidas.
Un porcentaje importante de mujeres espera con terror la venida de la
menstruación, dado que antes y durante ella su humor cambia, se vuelven torpes e
irritables, su temperatura enloquece y el dolor en el vientre las paraliza, es el “Síndrome
pre menstrual (SPM) o como se le denomina ahora Síndrome Disfórico Premenstrual
que de por sí indica una alteración destacada del humor de dichas pacientes.
Dolores inexplicables como la “Disfunción de la articulación temporo -
maxilar” o el temido dolor retro esternal (Detrás del esternón), a menudo confundido
con un infarto al miocardio, son causa de consultas en las emergencias. Pacientes que no
pueden tragar por sentir que tienen “algo atravesado” en la garganta, que carraspean
incesantemente o toman líquidos sin cesar. Otras que llegan con las manos agarrotadas a
las emergencias con el temor de tener una convulsión o tétanos, cuando en realidad lo
que les sucede es que hiperventilan sus pulmones, aún cuando tienen la sensación de
que se van a asfixiar.
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Todas esas personas posiblemente tengan una manifestación de una depresión,
uno de cuyos componentes es la ansiedad aguda. Requieren atención, cuidados,
tratamiento y sobre todo respeto, por parte de quienes las atienden. Por ello,
sistemáticamente brindamos un lema a los médicos:
No dé la cómica. No diga
“Usted no tiene nada”.
El que se queja es porque
tiene algo.
Que Usted no sea capaz
de diagnosticarlo es otra
cosa.
Busque con mayor
detenimiento.
Piense en la Depresión.
El consejo para el paciente y sus familiares es que si usted
se siente mal, siente dolor o molestias, síntomas ansiosos
o depresivos y alguna persona le dice que “usted no tiene
nada”, busque otra opinión.
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Depresión y otras Patologías.
El hecho de haber considerado a
la depresión una enfermedad mental,
sin base anatómica y sin alteración
demostrable de la fisiología de algún
órgano, retrasó el que se pudiese
estudiar tal cual es y sobre todo se
pudiera notar su relación e incidencia
en la complicación o agravación de
otras enfermedades.
Es importante aclarar, a fin de
no crear pánico entre los pacientes o sus
familiares, que lo que viene a
continuación, siendo importante no
significa que Todos los pacientes se van
a complicar o van a presentar la
totalidad de las enfermedades relacionadas. Debe entenderse que se busca prevenir
situaciones derivadas de la equivocada concepción, sostenida aún por muchos
profesionales, que la depresión es solo un asunto de “nervios” que se quita “poniendo de
su parte” y que no reviste mayor severidad y gravedad y que puede desaparecer
distrayéndose o haciendo alguna labor divertida.
Lo primero que hay que tomar en consideración es que 74% de los pacientes
depresivos consultan a un Medico No Psiquiatra, esto trae como consecuencia que la
depresión mayor no se diagnostica en más del 50% y no se trata adecuadamente en más
del 90%, además cerca del 75 % de los pacientes no reciben ningún medicamento
antidepresivo y lo que es peor más del 80 % de aquellos que lo reciben, lo hacen en una
dosis inadecuada.
La depresión puede ser una reacción al diagnostico, pronóstico, dolor o la
incapacidad asociada a cualquier enfermedad o tratamiento; Los familiares y los
médicos asumen que es “normal” tener una depresión cuando se está enfermo, cuando
en realidad, una depresión mayor y un padecimiento médico pueden ser enfermedades
diferentes.
La depresión como ya hemos dicho antes, no es sólo una enfermedad de la
mente o el cerebro, tiene consecuencias a largo plazo en diferentes sistemas y órganos.
Es importante saber cómo influencia la depresión el curso y el pronóstico de diversas
enfermedades.
48
Depresión y Corazón
La asociación entre el
corazón y nuestras emociones es
tan antigua como la humanidad,
de hecho, hablar de amor es
referirse a nuestro pecho y el
órgano que late dentro de él.
Pero también el dolor, el llanto y
las pérdidas, los ubicamos en él
y hoy día decimos que: “la
depresión te puede romper el
corazón”, frase de autor anónimo
que ha inspirado multitud de
composiciones musicales de todo tipo.
Ya en el terreno de la ciencia sabemos que la depresión ocurre en 40 a 65% de
los pacientes que padecen un ataque cardiaco. Aparece en 18 al 20% de los que sufren
una patología cardiaca sin llegar a tener un infarto.
El estudio realizado por el Instituto de Salud Mental de los Estados Unidos de
Norteamérica revela que: después de un Infarto, los pacientes con Depresión tienen 4
veces más oportunidades de morir dentro de los próximos Seis Meses.
En un estudio realizado con pacientes que desarrollaron un infarto al miocardio
y fueron seguidos durante 18 meses, se pudo determinar que aquéllos que no
presentaron depresión tuvieron una incidencia de muerte coronaria del 6 %, los que
presentaron asociada una depresión tuvieron una incidencia de muerte coronaria de
20 % en el mismo lapso; esto demuestra que la Depresión aumenta la rata de muerte
coronaria 18 meses después del infarto
Un gran número de estudios prospectivos han demostrado que la Depresión es
factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedad coronaria (1,5 a 2 Veces),
similar a fumar.
Hay varios posibles mecanismos subyacentes a la propensión de los pacientes
depresivos para enfermedad coronaria isquémica: Hiperactividad del Eje Hipotálamo
Hipofisario - Suprarrenal, aumento de la actividad simpática, elevada secreción de
citokinas, alteraciones en la función plaquetaria. Para aclarar hagamos un breve
comentario sobre cada uno.
Como ya hemos visto, el eje Hipotálamo Hipofisario Suprarrenal (EHHS), es
uno de los sistemas más importantes para la regulación neurohormonal, vale decir los
49
mecanismos hormonales del Sistema Nervioso que establecen y mantienen nuestra
salud
La Actividad Simpática, es expresión del funcionamiento de una de las dos
partes del Sistema Nervioso autónomo, es decir, el que mantiene y dirige los procesos
de los órganos que aparentemente trabajan de forma independiente de nuestra voluntad;
Se produce mediante la secreción de una hormona llamada Noradrenalina, encargada de
acelerar todas nuestras funciones, como parte de la llamada reacción de alarma o
defensa, que puede ser activada por amenazas externa, nuestro propio pensamiento o
por las alteraciones patológicas. Produce muchos efectos vinculados con la ansiedad y
el estrés, entre los cuales están: reducción del calibre de las arterias, elevación de la
tensión arterial y aumento de la coagulabilidad de la sangre. Estas reacciones,
sumamente importantes para preservar la vida en situaciones de peligro, si se mantienen
en el tiempo terminan por dañar nuestros vasos sanguíneos, promueven la formación de
coágulos y pueden terminar rompiendo la pared de las arterias provocando los temidos
Accidentes Cerebro Vasculares (ACV).
Las Citokinas, son un grupo de sustancias, secretadas en diversos sitios
importantes para el mantenimiento de la Defensa Inmunitaria, que nos protege de la
invasión de virus, bacterias y elementos extraños o peligrosos para nuestro cuerpo;
también tienen una gran importancia para la modulación de los mecanismos
inflamatorios que limitan las agresiones y tratan de proteger las partes u órganos
dañados, además intervienen en la producción y regulación del dolor, que a pesar de las
apariencias cumple también importantes actividades protectoras. Estas sustancias se
encuentran alteradas durante la enfermedad depresiva, modificándose todo el sistema
inmunológico o de defensa del paciente.
Las Plaquetas son elementos que circulan en nuestra sangre, están encargadas de
regular gran parte de lo que tiene que ver con la formación de coágulos y detención de
las hemorragias y lesiones vasculares. Cuando se alteran pueden formarse “Trombos”,
que son pequeños coágulos que viajan dentro de las arterias y que potencialmente se
pueden atascar en los vasos de menor diámetro o calibre y producir obstrucción y
posterior Necrosis (Muerte) de regiones que pueden expresarse como Infartos en
diversos órganos. La depresión altera también la capacidad de las plaquetas de
agregarse (Pegarse unas a otras) incrementando la posibilidad de infartos en estos
pacientes.
Como puede deducirse de este párrafo, a primera vista complicado, la depresión
está muy lejos de ser una enfermedad leve o poco importante, que pueda tomarse
ligeramente. Desafortunadamente, frecuentemente no es diagnosticada o tratada en
pacientes con cardiopatías. Sólo el 25% de los pacientes cardiópatas con depresión
mayor recibe el diagnostico y de ellos sólo 25% recibe tratamiento adecuado.
La Depresión puede no ser diagnosticada o tratada por varios motivos, entre
ellos: Síntomas como fatiga e insomnio son comunes a depresión mayor y enfermedad
coronaria. También puede influir el que el paciente y/o el médico pueden pensar que la
depresión es una reacción “normal” a la patología cardiaca. El paciente puede evadir
hablar de síntomas depresivos con el cardiólogo. El médico puede evitar hablar de
depresión con el paciente. El Cardiólogo elude usar “psicotrópicos” bien por
desconfianza sobre efectos adversos o desconocimiento de su farmacología.
Del Intestino a la Mente.
El habla coloquial nos da
una idea de la estrecha relación
que existe entre nuestras
emociones y nuestro aparato
gastrointestinal. Nos provoca
“comernos” a nuestros seres más
queridos, no “tragamos” a
aquéllos que detestamos y los
intestinos se mueven
violentamente al impulso del
miedo, “cagándonos del susto”.
Todos conocemos a alguien que
“puso la gran C…”, actualmente
algún dirigente ha sugerido a sus
opositores que “enrollen sus
quejas y se las metan por el C”.
El epigastrio, mejor conocido como “boca del estomago”, es el lugar favorito de la
ansiedad, que se aloja en forma de mil mariposas o sensación de “vacío”. De igual
forma, el mejor apetito se ve amenazado por la posibilidad de ser abandonado,
intervenido, o amenazado en cualquier forma.
Podríamos seguir argumentando ejemplos tales como: “se me hace agua la
boca”, “no me pasa de aquí” (señalando la garganta), “me cae como una patada en el
estomago” y muchas otras referidas a la parte final del intestino que podrían ofender a
los lectores más sensibles.
Fuera del plano de lo anecdótico o folklórico, se ha demostrado por medio de
innumerables estudios con rigurosa validez científica, cosas sabidas de manera
empírica, tal como que los sujetos ansiosos padecen mucho más de acidez y úlceras
estomacales y otras menos conocidas a las que pasaremos revista a continuación.
Antes es preciso conocer algunos aspectos de cómo funciona nuestro valioso
intestino. Desde que el alimento llega a nuestra boca, se inicia un complejo proceso en el
cual intervienen muchos sub procesos que nos proveen de nutrientes y que son
reducidos a una pequeña masa blanda, de la cual se ha extraido practicamente todo lo
aprovechable.
La relacion del sistema digestivo y el sistema nervioso queda fuera de toda duda,
si conocemos el llamado “cerebro intestinal”, que expresa la alta jerarquia al tener su
propio sistema nervioso Está dentro de la propia pared del tubo digestivo, tiene tantas
neuronas como la médula espinal, es muy complejo y tiene varios tipos de neuronas:
receptores (neuronas que informan), interneuronas (neuronas que reciben información y
52
la procesan), neuronas motoras (neuronas que actúan sobre el músculo liso
gastrointestinal).
El sistema digestivo cumple con varias funciones, entre ellas: motora, secretora,
digestiva, absortiva, eliminación e inmunológica, todas ellas reguladas por diversas
hormonas que conservan entre sí un delicado equilibrio, que en última instancia
depende de la estabilidad e integridad de nuestro sistema nervioso.
Una de las patologias más frecuentes en este aspecto es el llamado “colon irritable”,
actualmente denominado síndrome de intestino irritable, consecuencia de un cerebro
irritable o alterado por la ansiedad, la depresion y el estrés.
Dentro de las características clínicas de la depresion esta la falta de apetito, la
repulsion hacia los alimentos, las digestiones lentas, el tránsito rápido, las diarreas, la
flatulencia y la pérdida de peso, que sirven también para denotar la influencia que tiene
sobre la función digestiva las alteraciones hormonales propias de la depresion.
53
Depresión y Respiración.
Es innegable la relación
estrecha que tiene nuestra
respiración con los diferentes
estados de nuestra mente. La
imagen del sueño tranquilo está
vinculada con una respiración
pausada y rítmica, por el
contrario, la ira lo está con una
respiración entrecortada y
ruidosa (bufido).
Aprendemos a conocer a
las personas, sin hablarles, por
la forma en que respiran. El
ansioso que respira rápidamente
y entrecortado. El depresivo que
apenas inhala y cada tiempo
emite un suspiro. El
desesperado que rápidamente inhala y expulsa en forma de hipo y así un largo etcétera
que permite a policías y entrevistadores darse cuenta cuando la persona miente o
titubea.
De igual manera, esta relación tiene una trascendencia que va más allá de lo
observable, existen de igual forma, extensos estudios que vinculan patologías
respiratorias con patologías mentales, destacadamente depresión y ansiedad. Por
ejemplo, en los asmáticos es posible encontrar altos puntajes de depresión y ansiedad,
igualmente son personas que contienen sus emociones, sobre todo las que consideran
negativas o amenazantes (rabia llanto amor).
Nuestro cerebro como órgano físico ocupa aproximadamente el 2% de nuestro
cuerpo y necesita un 20% del oxígeno que respiramos, cuanto peor respiramos, menor
cantidad de oxigeno disponible existe para nuestros circuitos cerebrales, y de ello se
deriva el mal funcionamiento de nuestro sistema nervioso.
Dentro de nuestros pulmones, en sus alvéolos, ocurre el intercambio de oxígeno
y dióxido de carbono y otros gases productos de desecho de nuestro metabolismo.
Desde ellos el valioso oxígeno es transportado por medio de la hemoglobina a los más
remotos confines de nuestro cuerpo y hasta allí, usualmente llega nuestro conocimiento
del tema respiración.
La realidad es tan compleja, que escapa a los límites de este libro. Baste saber
que el control respiratorio reside en zonas del tallo cerebral (bulbo raquídeo, sistema
reticular ascendente), que son extremadamente sensibles a las concentraciones de los
gases en nuestra sangre. Por otro lado, todo el árbol traqueo bronquial posee
54
musculatura gobernada por neurohormonas, de allí que cualquier alteración nerviosa
incide directamente en el diámetro de los tubos que conducen el aire a los pulmones y
los músculos (torácicos diafragma) involucrados en la expansión y colapso de toda la
masa pulmonar.
Hipo, ahogo, suspiro, dificultad para inspirar (disnea), sensación de asfixia son
manifestaciones comunes a prácticamente todas las patologías nerviosas. En pacientes
con patologías respiratorias crónicas, tales como la enfermedad bronco pulmonar
obstructiva crónica y el asma bronquial, son muy comunes la depresión, ansiedad o la
presencia simultánea de ambos trastornos, también se ha encontrado niveles altos de
miedo, frustración e ira. En un estudio reciente (2007) se encontró una elevada
prevalencia de depresión y ansiedad (80%) en pacientes con patología respiratoria
crónica.
La respiración forma parte esencial de técnicas utilizadas para el control del
estrés, algunas de ellas derivadas del yoga y otras técnicas que implican la meditación,
la tranquilidad y el respirar pausado.
55
Diabetes y Depresión.
Dentro de nuestro abdomen, rodeado por
la porción inicial del intestino delgado se
encuentra el páncreas, es una gran
glándula que tiene dos funciones
principales: por un lado secreta enzimas
pancreáticas, que colaboran en la
digestión del alimento que llega al
duodeno desde el estómago. Por la otra
secreta insulina y glucagon, encargadas
de regular el nivel de glucosa en sangre y
su metabolismo dentro de las células.
La diabetes se produce por una
escasa producción de insulina o por que
la producida no puede ejercer su
actividad metabólica de manera eficiente
y a menudo por la asociación de ambos
factores. Es una enfermedad crónica, en
la que el azúcar de los alimentos
(glucosa) es mal utilizada, lo que provoca
que aumente excesivamente en la sangre
por sobre su valor normal de 110 mg/100
ml.
Médicamente se clasifica en Diabetes Tipo I y Diabetes Tipo II. La diabetes
mellitus tipo I es una enfermedad que aparece, generalmente, en personas de menos de
30 años, aunque puede ocurrir a cualquier edad. Su característica principal es la
incapacidad del cuerpo para producir insulina, la hormona que hace posible la
utilización de la glucosa por parte de las células del organismo.
El exceso crónico de glucosa obstruye los vasos sanguíneos finos, en órganos
como el corazón, riñón, ojo, cerebro y de las extremidades inferiores; lo que conduce
entre otras a enfermedades cardiacas (arteriosclerosis coronaria, angina infarto
cardiaco), insuficiencia renal, arteriosclerosis cerebral, ceguera, obstrucción de la
circulación en las extremidades y alteraciones neurológicas.
Los diabéticos tienen el doble de riesgo de padecer depresión. Los diabéticos
depresivos tienen el doble de riesgo a presentar complicaciones diabéticas. El riesgo de
padecer depresión es de 25% en los pacientes diabéticos Tipo II. Los diabéticos
complicados presentan depresión mayor en 70%.
Es importante saber que la diabetes es un factor de riesgo para cualquier
enfermedad en la cual sea determinante el daño vascular (infarto miocardio ACV) si
cruzamos esta información con lo antes dicho, sencillo es deducir que la asociación de
depresión diabetes es un riesgo determinante para dichas complicaciones.
56
Puede encontrar información en español, en el sitio de Internet de la Asociación
Americana de Diabetes: (http://www.diabetes.org/espanol/diabetes-tipo-2/depresion.jsp)
57
Depresión y Cáncer
La depresión crónica es un factor de
riesgo para desarrollar cáncer. La
Neuropsicoinmunología, (rama de la
ciencia que estudia la influencia que
tiene la actividad nerviosa sobre el
sistema inmunitario y viceversa),
sugiere que existe un posible
mecanismo de interactuación entre
sistema nervioso central y sistema
inmune.
La depresión se asocia con una
disminución de los linfocitos
(glóbulos blancos) circulantes
incluidas Células T, Células B y
“Natural Killers Cells”, involucradas
en la detección y destrucción de
células tumorales. Para dar una idea
de la importancia de lo anteriormente
expresado, algo parecido sucede en
los pacientes enfermos de SIDA, sólo
que en este último caso la enfermedad tiene origen viral.
La depresión afecta de 15 a 25% de los pacientes de cáncer. Afecta de la misma
manera a hombres y mujeres que lo padecen. Las personas que reciben un diagnóstico
de cáncer experimentarán distintos niveles de tensión y angustia emocional. Entre los
aspectos importantes de la vida de cualquier persona con cáncer, se encuentran los
siguientes: miedo a la muerte, interrupción de planes de vida, cambios en la imagen
corporal y la autoestima, cambios en su función social y su estilo de vida,
preocupaciones monetarias y legales, los cuales se verán amplificados o agravados, si al
mismo tiempo el paciente presenta un cuadro depresivo.
Lo anterior significa que el paciente afectado por una patología oncológica sufre
el ataque de dos factores poderosamente causales de depresión, por un lado la alteración
metabólica, neurológica e inmunológica y por el otro la afectación psicológica
resultante de la amenaza de una enfermedad potencialmente mortal.
En la dirección del Instituto Nacional del Cáncer USA., hay información
detallada y muy útil: (http://www.cancer.gov/espanol).
58
Depresión y Otras enfermedades
Accidente Cerebro Vascular (ACV)
La Depresión ocurre en 10 a 27% de los que sobreviven a un
Accidente Cerebral Vascular (ACV), usualmente después de un
año. Adicionalmente 15 a 40% de los sobrevivientes a un ACV
tienen algunos síntomas de Depresión dentro de los dos meses
después del ataque.
La rata de recuperación post ACV es de 35% en los depresivos contra 70% en los no
depresivos; quiere decir que éstos últimos se recuperan lentamente y quedan con un
mayor número de secuelas. Presentan con mayor frecuencia complicaciones.
También está relacionada con la sobrevida: 60% de no depresivos están vivos
después de 10 años. Solo 30% de los depresivos están vivos después de 10 años, vale
decir aumenta la mortalidad. El diagnostico de depresión 3 meses después del ACV se
relaciona con pobre funcionamiento y lenta recuperación 15 meses posteriores al ACV
Osteoporosis
La depresión se ha asociado con la osteoporosis, la
relación se hace evidente si sabemos que el cortisol, es una
hormona importante en el metabolismo de los huesos; además ya
sabemos de las alteraciones hormonales de la menopausia, que
también inciden en la pérdida de la materia dura de los huesos y
conocemos la elevada incidencia de depresión en esta etapa de la
vida de la mujer. La densidad ósea en la columna lumbar es 15%
menor en depresivos. La densidad mineral ósea 6% menos columna lumbar y 14%
menos en cadera, en tales pacientes.
Enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad del
cerebro, provocada por la muerte progresiva de neuronas de una
zona llamada sustancia negra y otras importantes regiones. Al
comienzo, lo evidente es la pérdida de funciones motoras,
Progresivamente aparece la depresión, trastornos de sueño y la
demencia. La Depresión es comorbida (presentación conjunta de
dos o más patologías) en 40% de los pacientes con enfermedad
de Parkinson. En 20% la depresión precede a los síntomas físicos
del padecimiento.
59
Depresión y Sexualidad
Los que padecen una depresión se
quejan usualmente de la ausencia de
interés por realizar actividades que en
el pasado les resultaban placenteras.
Los pacientes depresivos presentan
un despego general por las personas y
las cosas. Además muchos de ellos
tienen dificultad para experimentar la
sensación de ser amadas, para sentir
que son queridos por alguien.
No es de extrañar que un gran
número de pacientes deprimidos,
experimenten una importante
reducción de sus respuestas ante
estímulos sexuales o que tales
respuestas lleguen a desaparecer del
todo.
Existe una extensa literatura
científica que destaca la estrecha
relación entre la depresión y la
alteración de la función sexual en la mujer. Los principales problemas hallados se
relacionan con: pérdida del deseo sexual, dificultades para alcanzar o mantener la
excitación, dificultades para alcanzar el orgasmo, reducción de la satisfacción sexual,
disminución del placer sexual, rechazo o repulsión a tener relaciones y dolor durante o
posterior al coito.
La depresión y los trastornos de la erección son comunes en hombres mayores
de 35 años, la relación entre ambas patologías es doble, ya que la presencia de una de
ellas puede ser la causa, la consecuencia o el agravante de la otra.
En los hombres depresivos la disfunción eréctil puede ser un síntoma inicial de
la depresión o aparecer como un efecto secundario del tratamiento antidepresivo, por
otro lado un hombre afectado en su erección puede desarrollar una depresión secundaria
como reacción a un padecimiento que tiene un gran impacto en la vida emocional de la
mayoría de los individuos.
Dado que la disfunción eréctil afecta al 50% de los hombres mayores de 50 años
y que la posibilidad de que un hombre padezca depresión a lo largo de su vida está entre
el 6% y el 10%, se deduce una fuerte probabilidad de que las dos enfermedades se
presenten conjuntamente. Se ha dado importancia a factores tales como: uso de alcohol,
tabaco, enfermedad cardiovascular, diabetes y el declive de la producción de
testosterona (Hormona masculina), en la etiología de ambas enfermedades.
En un estudio reciente, realizado sobre 98 pacientes depresivos, de los cuales 54
eran mujeres y 44 hombres; los autores concluyen que: en los hombres, aunque
60
manifiestan deseo sexual con cierta frecuencia, un 31% sólo lo experimenta una vez al
mes o menos. Un 69,2% no consigue la erección en un alto porcentaje de veces y un
72% la pierde, si es que llegase a iniciarse. Un 30,7% eyacula sin sensación de placer, y
un 19,2% manifiesta experimentar dolor genital durante las relaciones cóitales.
En el caso de las mujeres, un 69,3% manifiesta sentir deseo sexual menos de una
vez al mes, el 61,5% no se excitan sexualmente (no llegan a lubricar), un 59%
experimenta dolor, en lugar de placer, durante el coito. Sólo un 47,4% es capaz de llegar
al orgasmo en un alto porcentaje de ocasiones a través de masturbación. Esta cifra disminuye
si la fuente de estimulación son las caricias de la pareja (45%); coito (38,5%), y un exiguo
33,3% mediante coito y caricias paralelas.
En las personas que sufren una depresión crónica es común la ausencia de deseo
sexual, con frecuencia se pierde la capacidad para evocar y disfrutar de las fantasías
sexuales. Esto redunda en que las personas depresivas tienen pocos o nulos
pensamientos eróticos lo que los conduce a tener escasa iniciativa para buscar relaciones
sexuales con sus parejas.
La acción negativa de la depresión sobre la sexualidad, complica frecuentemente
las relaciones de pareja, ya de por si menoscabadas por las conductas propias de los
enfermos depresivos; lo que puede conducir a desavenencias, enfrentamientos y
separaciones, lo que a su vez agrava y ensombrece el panorama tanto del tratamiento
como de la vida futura del paciente, necesitado de apoyo familiar y sobre todo de la
comprensión y amor de su pareja.
Algunos fármacos anti depresivos presentan como efecto adverso la disminución
o ausencia del deseo u orgasmo, es importante hacerlo del conocimiento del Psiquiatra
tratante, dado que a veces se puede resolver el problema cambiando la medicación.
61
Depresión y Familia
La familia ocupa un lugar muy importante en la vida de todos nosotros, nacemos
dentro de una ellas y dentro de su seno adquirimos nuestras primeras experiencias, que
serán las bases de nuestra forma de percibir el mundo y la gente en general. Las
relaciones primarias con nuestros padres, hermanos y demás familiares, forman la base
sobre la cual se cimentaran nuestras relaciones sociales posteriores.
Sin embargo, la familia dista mucho de ser un tranquilo lago de mansas y quietas
aguas, en su interior muchas veces se generan tensiones derivadas de la estrecha
convivencia y el ideal de salud mental de todos sus miembros en escasas ocasiones es
alcanzado o mantenido.
Desde el punto de vista psicológico la familia puede generar numerosos
elementos que faciliten la manifestación de una depresión en sujetos proclives a
desarrollarla. La violencia intra familiar no es, desgraciadamente, rara. Ésta se puede
evidenciar en el maltrato físico directo, pero también en el acoso psíquico, más que todo
en forma de descalificación, Culpabilización, exigencias enormes o sin sentido y
muchas otras maneras de lesionar la tierna estructura mental de los niños.
Dentro del seno familiar ocurren cambios dinámicos, tales como embarazos,
nuevos nacimientos, cumpleaños, navidades; pero también separaciones, divorcios y
62
muertes, todos ellos pueden pasar a constituir un archivo de sucesos histórico
biográficos traumáticos.
La familia es de igual forma el principal y primario soporte de apoyo social y la
fuente primigenia del afecto y amor filial. La presencia de apoyo de familia y amigos se
asocia a una mejor recuperación. Tener una satisfactoria relación de pareja incide en el
efecto que pueda tener la medicación antidepresiva y también incrementa el apego a las
indicaciones y prescripciones hechas por el médico. En resumen, la familia es un
recurso valioso y una fuente de apoyo para el adecuado tratamiento de los pacientes
depresivos.
Por otra parte, tanto familiares y amigos pueden actuar como agentes agravantes
de la enfermedad, usualmente víctimas de la impotencia para encontrar vías idóneas o
efectivas para tratar de ayudarlos. La situación es crítica, si como ya hemos dicho, la
paciente es la madre, comúnmente en la madurez temprana (De 25 a 30 años), quien
funge en nuestra sociedad como pilar central de la vida familiar y cumple una
diversidad de roles, necesarios para el mantenimiento de la dinámica familiar y su
persistencia en el tiempo, o como sucede menos frecuentemente es el padre, quien
generalmente sirve de soporte económico principal en la mayoría de las familias y del
que se espera sirva de ejemplo de fortaleza e inmunidad ante cualquier adversidad.
¿CÓMO PUEDE LA FAMILIA COLABORAR EN LA RECUPERACIÓN
DE UN PACIENTE DEPRESIVO?
Tan importante
como saber lo que se
debe hacer es conocer lo
que nunca se debe hacer
y que lamentablemente
es lo que con mayor
frecuencia se ensaya.
Dado que el tema es muy
complejo y extenso,
hagamos una lista con
unos y otros, con un
breve comentario en
cada caso.
63
1.- Informarse. Igual que en cualquier otra circunstancia vital, el conocer en
profundidad lo que afecta a uno o a un familiar es la base principal para poder intentar
prestar cualquier tipo de ayuda o apoyo. La fuente idónea de dicha información debe ser
el Psiquiatra o la persona que haya asumido la responsabilidad de tratar el paciente,
sirve además para poder calibrar los conocimientos o experiencia del tratante y su
disposición para servir de apoyo a la familia.
2.- Comprender la enfermedad: qué es y a qué se debe, cuáles son los síntomas y el
pronóstico. Las familias que entienden que la depresión es una enfermedad que afecta
primariamente la biología del sistema nervioso central y toda la vida psicológica y
social del paciente, son proclives a permitir y favorecer que el paciente tome sus
medicamentos y cumpla las prescripciones, en cambio aquellas que desconocen esta
realidad o piensan que se debe a un forma inadecuada de adaptarse o afrontar los retos
de la vida, tienden a sabotear o impedir la recuperación de sus seres queridos.
3.- Colaborando con el Médico Psiquiatra. Lo ideal es que la familia se involucre en
el tratamiento del paciente, pero esto debe ser bien entendido, en el sentido de que no se
trata de inmiscuirse en su vida privada o de “saber” qué y de que habla en la consulta,
más bien de colaborar en el fiel cumplimiento del tratamiento, ayudarle a recordar y
cumplir sus citas, reportar los efectos adversos, reconocer los cambios tanto positivos
como negativos en la conducta del paciente; estar alerta sobre todo a las
manifestaciones indicativas de suicidio, especialmente en las dos primeras semanas del
tratamiento, dado que algunos de ellos, al mejorar, toman fuerzas para intentar lo que
tenían en mente desde tiempo atrás.
4.- Cuidando al Cuidador. El paciente depresivo demanda atención durante un periodo
extenso de tiempo. La propia naturaleza de la enfermedad que padece le ocasiona
síntomas de irritabilidad, la dependencia que siente lo hace exigente y a veces
desconsiderado con los demás. Es frecuente escuchar expresiones como: “esto no lo
aguanta nadie”, “me estoy volviendo loco”, “no podemos salir a ningún lado, nunca
quiere ir. Hay que poner atención y prestar apoyo, a las personas que cuidan del
paciente, son muy importantes para lograr su recuperación y mantenerla. Éstos
requieren de tiempo libre y mantener sus actividades y ocio, si no lo hacen terminara
agotado y seguramente se inclinara por agredir al paciente, culpabilizándolo, para luego
sentirse peor y cerrar un círculo vicioso.
5.- Evitar la Culpabilización. Uno de los síntomas de la depresión son los sentimientos
exagerados de culpa, si encima se agregan acusaciones de no querer mejorarse, de no
colaborar o de “no poner de su parte”, la recuperación se hará cuesta arriba, por bueno
que sea el tratamiento. En la práctica cotidiana pongo mucha atención a este tema de
“no poner de su parte”, esencialmente porque no hay nada que el paciente pueda
“poner”, sobre todo si ni siquiera sabe que es lo que tiene o padece y muchas veces sus
familiares y los doctores que lo han visto tampoco. Les pido a estos familiares exigentes
64
que hagan un par de pruebas muy sencillas. La primera consiste en que sabiendo usted
que tiene un corazón dentro del pecho ¿espero que lo sepa?, se esfuerce en detener un
latido. ¿No puede? ¿Era mentira lo de una prueba sencilla? Bien, entonces trate de no
pestañear durante un minuto. ¿Tampoco puede? Si usted que está tan sano no logra
dejar de tragar saliva durante un minuto, cómo puede pretender que su familiar, logre
con éxito la segunda prueba, que consiste en elevar las concentraciones de
hidroxitriptamina en las uniones ínter sinápticas de sus neuronas. Así que eliminemos
de una vez por todas esas odiosas exigencias.
6.- Animar. Es estimular sin exigir, a realizar alguna actividad que anteriormente le
agradaba. A dar un corto paseo, prestándole nuestro brazo como apoyo. Una
conversación sobre un tema de su interés y de contenido agradable. Destacar cualquier
cambio o logro por pequeño que pueda parecer.
7.- Amar. Parece salir sobrando cuando se habla de familia, mejor que así sea, también
implica el acompañar tranquilamente, escuchar quejas sin argumentar defensas. Es a
veces ser todo oído a una repetición de dolores y penas, sin fastidio. Es servir bien y con
alegría, por todo el tiempo que sea necesario. Es no parecer cansado o aburrido de lidiar
con un enfermo, que apenas progresa a pesar de tanto esfuerzo. Si lo hacen enfermeras y
médicos ¿Por qué no hacerlo mejor nosotros que decimos amarle?
Comentario Final:
A lo largo de estas páginas espero que se hayan aclarado dudas y establecido
nuevas inquietudes por conocer más detalladamente esta enfermedad que nos ocupa.
Espero que su lectura le haya resultado amena, a pesar de lo denso y a veces complicado
del tema; fue muy grato el estar durante muchas horas tratando de hacerlo más ligero y
sencillo.
Todo estará recompensado si sirve para ayudar a alguien que padece de
depresión o a sus familiares y allegados. Cada uno de nosotros es parte importante del
equipo interesado en prestarle ayuda y apoyo.
No queda más que darle las gracias por haber llegado hasta el final e invitarlo a
compartir los conocimientos adquiridos. Siempre que lo considere necesario puede
contactarme: Dirección. Avenida 19 de Abril. Centro Profesional “Vista Lago”. Torre
B. Piso 3. Consultorio 31-B. Maracay. Estado Aragua. Venezuela.
Teléfonos: 0243 2196207 (Lunes a Jueves de 08 a 12:30 p.m.)
Atentamente:
Dr. Elías Esteban Silva Hernández.
Preguntémonos, cuando nos cueste
trabajo dejarnos conmover, cuán poco
felices seríamos si los demás fueran
indiferentes hacia nosotros.
Séneca

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