sábado, 26 de abril de 2014

Mujer recién diagnosticada aconseja qué no decir a un enfermo de cáncer

Aunque surgen frases y comentarios totalmente desafortunados, según Joanna Moorhead lo peor de todo es cuando alguien a quien estimas guarda absoluto silencio
Hablar con una persona que hace poco ha recibido la inesperada noticia de que padece una grave enfermedad es, sin duda, tan difícil como decir palabras de consuelo a alguien que recién ha perdido a un ser querido. Nunca hay claridad sobre qué decir, qué comentar y qué aconsejar a quien está sufriendo, para ayudar y no incomodar o provocar más dolor. Y no siempre se da en el clavo.

La británica Joanna Moorhead lo ha vivido en carne propia desde que a comienzos de abril le detectaron un cáncer de mama. La periodista ha quedado tan impactada con algunos de los comentarios que ha recibido, que decidió publicar una columna en el "Daily Mail" con lo que -a su juicio- nunca se debe decir a quien padece esa enfermedad.

1.- "Estoy impactada, voy a perderte": según Moorhead, cuando una persona recibe la noticia de que tiene cáncer, el mayor temor que siente es que su vida será corta. Sin embargo, los médicos buscan cómo animarla, describiéndole los tratamientos que existen, y asegurándole que muchos pacientes se curan y terminan viviendo muchos años. "Así que, lo último que quieres es a una amiga invocando al fantasma aterrador de tu inminente desaparición", dice.

2.- "Te pondré en la lista de oraciones de la iglesia": la periodista revela que fue su propia madre la que le dijo esto y que el problema es que por lo general quienes son puestos en esa lista, finalmente mueren. "Así que, ¿para qué correr el riesgo?", se pregunta.

3.- "Pensando en ti mientras voy camino al aeropuerto para unas vacaciones": esta frase se la mandó una amiga en un mensaje de texto y a Joanna no le cayó nada de bien, considerando que ella deberá suspender sus vacaciones de verano porque se encontrará en pleno tratamiento de quimioterapia. De esta manera, su consejo para quienes deseen hacer algún comentario a una persona enferma, es que sean un poco más solidarios y eviten hablar sobre los fantásticos momentos que estén viviendo.

4.- "Conozco mucho sobre el cáncer de mama, porque mi hermana tuvo. Desafortunadamente no lo superó": aunque estas palabras se digan con la mejor de las intenciones, la periodista afirma que no es el mejor momento para relatar historias trágicas. En su caso, dos personas le hablaron sobre sus experiencias con la enfermedad y el mal final que tuvieron.

5.- "Pienso y pienso sobre lo afortunada que soy por estar saludable": si bien es algo muy legítimo de sentir e incluso algo que a ella misma se le pasó por la cabeza en el pasado, Moorhead sostiene que se debe quedar en el ámbito de los pensamientos y en ningún caso decirlo en voz alta, menos a la persona que padece la enfermedad.

6.- "Realmente has tenido mala suerte": este comentario se lo hizo un médico y a pesar de que, según la periodista, quizás tiene razón, es algo que a nadie le gusta escuchar. "Hubiera preferido que el doctor me dijera que era afortunada porque hoy el cáncer de mama tiene buenos índices de supervivencia o que por el tamaño de mi tumor, tenía altas posibilidades de superarlo y tener una vida larga y normal por muchos años", dice.

7.- "¿Qué pronóstico tienes?": a juicio de Joanna, ésta es una pregunta que nunca debe hacerse a un enfermo de cáncer, porque siempre hay que suponer que el pronóstico es bueno, aunque en realidad sea malo. "Al menos tendrá un grano de esperanza en alguna parte… y podrá aferrarse a eso", señala.

8.- "¿Cómo te sientes?": aunque se trata de una pregunta de rigor cuando alguien está enfermo, Moorhead la considera molesta, en especial cuando la persona aún no tiene malestares, como dice le ha ocurrido a ella.

9.- "Te iré a visitar al hospital": el 1 de mayo próximo, la periodista se someterá a una mastectomía seguida de quimioterapia. "No estoy segura de quiero que alguien me vea en el hospital. Ingresaré a las 6 AM saludable y en forma, y para esa misma noche estaré acostada en una cama de alta dependencia después de una operación de seis horas (…) Las visitas, a excepción de mi marido, no estarán en la parte de arriba de mi lista de deseos", asegura.

10.- Silencio: a juicio de Moorhead, no decir nada es lo peor de todo. "Si te enteras de que tu amiga tiene cáncer, envíale un mensaje de texto, escríbele un correo electrónico, déjale un mensaje en su grabadora, mete una nota por debajo de su puerta, llámala o sólo golpea su puerta. Pero no ignores la noticia", aconseja.

Joanna afirma que en el escaso tiempo que lleva como enferma de cáncer, ha escuchado todas las frases que aparecen en esta lista, pero aclara que no siente ningún rencor. "Algunos de los mensajes de texto más inapropiados que he recibido, me han hecho reír a carcajadas, incluso en mis días más oscuros", asegura.

jueves, 24 de abril de 2014

Enfermedad y psiquis.



La enfermedad en si nos desequilibra en toda nuestra esencia, cuerpo-mente, se ven afectados al mismo tiempo, bien sea con emociones alteradas,  tristeza e inclusive depresión, según lo indefenso que se sienta ante la situación.

Enfermedades crónicas tales como; la hipertensión y la diabetes son altamente susceptibles ante altos niveles de estrés.

El cáncer empeora si aunado a este, la persona se llena de pensamientos funestos  y emociones como la ira…

Estar tristes o deprimido hace que el sistema inmunológico se debilite  y eso nos hace propensos a resfriados u otras alteraciones de nuestra salud.

No se puede desligar lo físico de lo mental y viceversa.

Somos un todo y como tal nos afectamos y por ello no debemos descuidar ningún aspecto de nuestra salud.

,

martes, 22 de abril de 2014

Consuelo y Acción



Nunca se le puede decir a un necesitado, vente mañana que mañana si puedo ayudarte o hubieses venido antes; Mucho menos engañarlo.
Haciendo campaña electoral con un conocido que era candidato a alcalde, nos encontrábamos en cada comunidad con personas que necesitaban realmente ayuda; a unas se les daba respuesta  y a otras no se les podía satisfacer por falta de logística.
También hacíamos promesas dependiendo de las capacidades técnico-financieras de una alcaldía, unos postes de luz en el barrio tal, cloacas en el otro, ripio azul para consolidar la calle fulanito de tal y así sucesivamente.
Para sorpresa del propio candidato y de todos, ganamos las elecciones, entonces comenzamos a cumplir con la agenda de promesas desde el primer día.
Llegamos un día al barrio Ali Primera y preguntamos por la junta de vecinos o por el líder de la comunidad. Salió un loco ahí que era el líder y le comunicamos las cosas que íbamos a hacer y conversamos otras cosas más.
Primer día trabajando y todo estaba sin novedad, se nos acercaba gente a preguntarnos cosas y esto y lo otro. Un día se me acerco una jovencita y con mucha dignidad me pregunto; “como hago para hablar con el alcalde”, le dije como se hacía, pero que podía decirme a mí y le comunicaba y le traía respuesta pronta. Entonces me dijo que su hermana mayor tenía cáncer y no hallaba que hacer.
Después de terminar la jornada laboral, visitar a la señora enferma y preguntarle un poco de cosas. Me fui a destruir neuronas en una tasca y comunique a mis amigos el asunto y ahí se activo:…La Liga de la Justicia.
Llamadas por aquí y por allá, buscando tarjetas de presentación de médicos amigos y así sucesivamente.
Al día siguiente hable con el alcalde y la respuesta fue positiva.
Llevamos a la señora y a su hermanita a ver a un oncólogo y le llevaron todos los exámenes y pruebas y si: era correcto el diagnostico.
Sin entrar en detalles se activo una logística y lo que llaman vulgarmente el tráfico de influencias para llevar a la señora y a su hermanita para Caracas, Maracay y Valencia.
Después de operación y tratamiento la señora se mejoro bárbaramente.
Hace unos años me saludo en una de las tantas calles de Maracay y no la reconocí de inmediato y luego caigo en cuenta. Hablamos un buen rato de los detalles de su enfermedad, ¡¡tengo que estar mosca!! Me dijo en tono de chanza…Trabajaba haciéndole diagnósticos a los carros.
Para terminar: Recuerdo que además de consolar a las dos mujeres en su aflicción y confusión, también les di seguridad de que se iba a mejorar y que íbamos a hacer algo.
Consolar y actuar; Tremenda fórmula para hacer el bien…