Aunque surgen frases y comentarios totalmente
desafortunados, según Joanna Moorhead lo peor de todo es cuando alguien
a quien estimas guarda absoluto silencio
26 de abril 2014 - 08:42 am
Hablar con una persona que hace poco ha recibido la
inesperada noticia de que padece una grave enfermedad es, sin duda, tan
difícil como decir palabras de consuelo a alguien que recién ha
perdido a un ser querido. Nunca hay claridad sobre qué decir, qué
comentar y qué aconsejar a quien está sufriendo, para ayudar y no
incomodar o provocar más dolor. Y no siempre se da en el clavo.
La británica Joanna Moorhead lo ha vivido en carne propia desde que a comienzos de abril le detectaron un cáncer de mama. La periodista ha quedado tan impactada con algunos de los comentarios que ha recibido, que decidió publicar una columna en el "Daily Mail" con lo que -a su juicio- nunca se debe decir a quien padece esa enfermedad.
1.- "Estoy impactada, voy a perderte": según Moorhead, cuando una persona recibe la noticia de que tiene cáncer, el mayor temor que siente es que su vida será corta. Sin embargo, los médicos buscan cómo animarla, describiéndole los tratamientos que existen, y asegurándole que muchos pacientes se curan y terminan viviendo muchos años. "Así que, lo último que quieres es a una amiga invocando al fantasma aterrador de tu inminente desaparición", dice.
2.- "Te pondré en la lista de oraciones de la iglesia": la periodista revela que fue su propia madre la que le dijo esto y que el problema es que por lo general quienes son puestos en esa lista, finalmente mueren. "Así que, ¿para qué correr el riesgo?", se pregunta.
3.- "Pensando en ti mientras voy camino al aeropuerto para unas vacaciones": esta frase se la mandó una amiga en un mensaje de texto y a Joanna no le cayó nada de bien, considerando que ella deberá suspender sus vacaciones de verano porque se encontrará en pleno tratamiento de quimioterapia. De esta manera, su consejo para quienes deseen hacer algún comentario a una persona enferma, es que sean un poco más solidarios y eviten hablar sobre los fantásticos momentos que estén viviendo.
4.- "Conozco mucho sobre el cáncer de mama, porque mi hermana tuvo. Desafortunadamente no lo superó": aunque estas palabras se digan con la mejor de las intenciones, la periodista afirma que no es el mejor momento para relatar historias trágicas. En su caso, dos personas le hablaron sobre sus experiencias con la enfermedad y el mal final que tuvieron.
5.- "Pienso y pienso sobre lo afortunada que soy por estar saludable": si bien es algo muy legítimo de sentir e incluso algo que a ella misma se le pasó por la cabeza en el pasado, Moorhead sostiene que se debe quedar en el ámbito de los pensamientos y en ningún caso decirlo en voz alta, menos a la persona que padece la enfermedad.
6.- "Realmente has tenido mala suerte": este comentario se lo hizo un médico y a pesar de que, según la periodista, quizás tiene razón, es algo que a nadie le gusta escuchar. "Hubiera preferido que el doctor me dijera que era afortunada porque hoy el cáncer de mama tiene buenos índices de supervivencia o que por el tamaño de mi tumor, tenía altas posibilidades de superarlo y tener una vida larga y normal por muchos años", dice.
7.- "¿Qué pronóstico tienes?": a juicio de Joanna, ésta es una pregunta que nunca debe hacerse a un enfermo de cáncer, porque siempre hay que suponer que el pronóstico es bueno, aunque en realidad sea malo. "Al menos tendrá un grano de esperanza en alguna parte… y podrá aferrarse a eso", señala.
8.- "¿Cómo te sientes?": aunque se trata de una pregunta de rigor cuando alguien está enfermo, Moorhead la considera molesta, en especial cuando la persona aún no tiene malestares, como dice le ha ocurrido a ella.
9.- "Te iré a visitar al hospital": el 1 de mayo próximo, la periodista se someterá a una mastectomía seguida de quimioterapia. "No estoy segura de quiero que alguien me vea en el hospital. Ingresaré a las 6 AM saludable y en forma, y para esa misma noche estaré acostada en una cama de alta dependencia después de una operación de seis horas (…) Las visitas, a excepción de mi marido, no estarán en la parte de arriba de mi lista de deseos", asegura.
10.- Silencio: a juicio de Moorhead, no decir nada es lo peor de todo. "Si te enteras de que tu amiga tiene cáncer, envíale un mensaje de texto, escríbele un correo electrónico, déjale un mensaje en su grabadora, mete una nota por debajo de su puerta, llámala o sólo golpea su puerta. Pero no ignores la noticia", aconseja.
Joanna afirma que en el escaso tiempo que lleva como enferma de cáncer, ha escuchado todas las frases que aparecen en esta lista, pero aclara que no siente ningún rencor. "Algunos de los mensajes de texto más inapropiados que he recibido, me han hecho reír a carcajadas, incluso en mis días más oscuros", asegura.
La británica Joanna Moorhead lo ha vivido en carne propia desde que a comienzos de abril le detectaron un cáncer de mama. La periodista ha quedado tan impactada con algunos de los comentarios que ha recibido, que decidió publicar una columna en el "Daily Mail" con lo que -a su juicio- nunca se debe decir a quien padece esa enfermedad.
1.- "Estoy impactada, voy a perderte": según Moorhead, cuando una persona recibe la noticia de que tiene cáncer, el mayor temor que siente es que su vida será corta. Sin embargo, los médicos buscan cómo animarla, describiéndole los tratamientos que existen, y asegurándole que muchos pacientes se curan y terminan viviendo muchos años. "Así que, lo último que quieres es a una amiga invocando al fantasma aterrador de tu inminente desaparición", dice.
2.- "Te pondré en la lista de oraciones de la iglesia": la periodista revela que fue su propia madre la que le dijo esto y que el problema es que por lo general quienes son puestos en esa lista, finalmente mueren. "Así que, ¿para qué correr el riesgo?", se pregunta.
3.- "Pensando en ti mientras voy camino al aeropuerto para unas vacaciones": esta frase se la mandó una amiga en un mensaje de texto y a Joanna no le cayó nada de bien, considerando que ella deberá suspender sus vacaciones de verano porque se encontrará en pleno tratamiento de quimioterapia. De esta manera, su consejo para quienes deseen hacer algún comentario a una persona enferma, es que sean un poco más solidarios y eviten hablar sobre los fantásticos momentos que estén viviendo.
4.- "Conozco mucho sobre el cáncer de mama, porque mi hermana tuvo. Desafortunadamente no lo superó": aunque estas palabras se digan con la mejor de las intenciones, la periodista afirma que no es el mejor momento para relatar historias trágicas. En su caso, dos personas le hablaron sobre sus experiencias con la enfermedad y el mal final que tuvieron.
5.- "Pienso y pienso sobre lo afortunada que soy por estar saludable": si bien es algo muy legítimo de sentir e incluso algo que a ella misma se le pasó por la cabeza en el pasado, Moorhead sostiene que se debe quedar en el ámbito de los pensamientos y en ningún caso decirlo en voz alta, menos a la persona que padece la enfermedad.
6.- "Realmente has tenido mala suerte": este comentario se lo hizo un médico y a pesar de que, según la periodista, quizás tiene razón, es algo que a nadie le gusta escuchar. "Hubiera preferido que el doctor me dijera que era afortunada porque hoy el cáncer de mama tiene buenos índices de supervivencia o que por el tamaño de mi tumor, tenía altas posibilidades de superarlo y tener una vida larga y normal por muchos años", dice.
7.- "¿Qué pronóstico tienes?": a juicio de Joanna, ésta es una pregunta que nunca debe hacerse a un enfermo de cáncer, porque siempre hay que suponer que el pronóstico es bueno, aunque en realidad sea malo. "Al menos tendrá un grano de esperanza en alguna parte… y podrá aferrarse a eso", señala.
8.- "¿Cómo te sientes?": aunque se trata de una pregunta de rigor cuando alguien está enfermo, Moorhead la considera molesta, en especial cuando la persona aún no tiene malestares, como dice le ha ocurrido a ella.
9.- "Te iré a visitar al hospital": el 1 de mayo próximo, la periodista se someterá a una mastectomía seguida de quimioterapia. "No estoy segura de quiero que alguien me vea en el hospital. Ingresaré a las 6 AM saludable y en forma, y para esa misma noche estaré acostada en una cama de alta dependencia después de una operación de seis horas (…) Las visitas, a excepción de mi marido, no estarán en la parte de arriba de mi lista de deseos", asegura.
10.- Silencio: a juicio de Moorhead, no decir nada es lo peor de todo. "Si te enteras de que tu amiga tiene cáncer, envíale un mensaje de texto, escríbele un correo electrónico, déjale un mensaje en su grabadora, mete una nota por debajo de su puerta, llámala o sólo golpea su puerta. Pero no ignores la noticia", aconseja.
Joanna afirma que en el escaso tiempo que lleva como enferma de cáncer, ha escuchado todas las frases que aparecen en esta lista, pero aclara que no siente ningún rencor. "Algunos de los mensajes de texto más inapropiados que he recibido, me han hecho reír a carcajadas, incluso en mis días más oscuros", asegura.